La celebración de un referéndum en Alto Karabaj o el reconocimiento de los resultados de la consulta popular de 1991, cuando el enclave se pronunció a favor de la independencia, es la única vía aceptable para el arreglo del duradero conflicto, declaró hoy el presidente de Armenia, Serzh Sargsyan.
“Estoy convencido que la única vía para el arreglo es la vía pacífica, es decir la convocatoria de un referéndum en Alto Karabaj o el reconocimiento de los resultados de la consulta popular de 1991 que se celebró de acuerdo a la legislación soviética y el derecho internacional”, dijo Sagsyan en una entrevista a la emisora de radio rusa “Eco de Moscú”.
Al mismo tiempo, el líder armenio subrayó la necesidad de hacer concesiones para solucionar el conflicto.
“Tenemos que estar conscientes que la solución nos traerá una paz duradera y para eso hay que estar abiertos para llegar a compromisos. Pero antes hay que tener garantías de que esta paz será establecida. No nos sirven las promesas de la parte azerbaiyana que piden que Karabaj lo devuelva todo para después sentarse a la mesa de negociaciones”, explicó Sargsyan.
El presidente de Armenia reiteró la intención de su país de no recurrir a la fuerza para arreglar la disputa y se mostró preocupado por la retórica militarista de las autoridades de Azerbaiyán.
“En los últimos dos años (en Azerbaiyán) se habla mucho de la reanudación de acciones militares. Se ha convertido en algo de lo más normal”, lamentó Sargsyan.
El conflicto de Alto Karabaj, el más antiguo en el actual espacio postsoviético, se remonta a 1988, cuando ese enclave poblado en su mayoría por armenios, proclamó su independencia con miras a escindirse de Azerbaiyán y unirse con Armenia.
Tras un referéndum en 1999 comenzaron operaciones militares de gran escala a consecuencia de las cuales Azerbaiyán perdió el control sobre Alto Karabaj y siete distritos azerbaiyanos adyacentes.
Como resultado del conflicto, unas 15 mil personas murieron y cerca de un millón se vieron obligadas a abandonar sus hogares. El 12 de mayo de 1994 en la capital de Kirguizistán, Bishkek, los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán firmaron un alto al fuego que puso fin a las hostilidades.