Periodistas críticos, escritores y voces de la oposición en Turquía están siendo amordazados por una avalancha de amenazas. Se están enfrentando a largas sentencias de prisión sólo por informar sobre cualquier contenido vinculado con el Partido de los Trabajadores Kurdo (PKK), dicen la Fundación de Comunicaciones de IPS (BIANET) y otros miembros de IFEX. La libre expresión y las infracciones a la libertad de prensa además incluyen hablar en idioma kurdo, llevar a cabo informes de investigación que critiquen a empresas del sector privado, y leyes antiterrorismo usadas para encarcelar a periodistas.
Pero, a pesar de este acoso, se han conocido dos absoluciones en casos separados.
El prominente editor Ragip Zarakolu (Belge) y el escritor N. Mehmet Güler se enfrentaban a sendas sentencias de cárcel de más de siete años por publicar y escribir, respectivamente, la novela "Decisiones más difíciles que la muerte", informan la International Publishers Association (Unión Internacional de Editores, IPA) y PEN Internacional. La novela fue prohibida inmediatamente después de ser publicada. Otro libro de Güler, "Expediente KCK/Estado global y kurdos sin un estado", publicado por Belge, también fue proscrito.
El año pasado, Zarakolu fue absuelto y Güler fue condenado y sentenciado a un año y tres meses de cárcel. Ambos fueron acusados de difundir propaganda para el PKK.
"Al condenar a N. Mehmet Güler a una sentencia de cárcel de 15 meses, Turquía está en incumplimiento de sus obligaciones internacionales"; dijo la IPA. Una de esas obligaciones es el artículo 11 de la Carta de Derechos Fundamentales de la Unión Europea "un bloque al cual Turquía aspira a ingresar".
PEN Internacional agregó: "No sólo los nombres famosos que necesitan absolución como Elif Shafak u Orhan Pamuk atraen la atención de los medios. Los nombres menos conocidos también necesitan absolución en juicios por libertad de expresión".
En otro raro momento de justicia, periodista Nedim Şener fue absuelto en el caso relacionado con su libro "El asesinato de Dink y las mentiras de la inteligencia", informan BIANET y el IPI. Şener fue demandado por varios altos funcionarios de la policía y el servicio de seguridad y acusado de "violación del sigilo" e "identificar como blancos a funcionarios en labores antiterroristas". Şener está entre un grupo de 60 periodistas elegidos como Héroes de la Libertad de Prensa por el IPI.
Los periodistas no tienen libertad para escribir sobre la cuestión kurda, informa el Comité por la Protección de los Periodistas (CPJ).
El reportero Mehmet Baransu se enfrenta a una sentencia de cárcel de 10 años por publicar documentos supuestamente clasificados vinculados a militantes del PKK que atacaron un puesto de avanzada militar en una acción que causó la muerte de 17 soldados en 2008. Además, otros dos periodistas se están enfrentando a siete años y medio de cárcel por publicar entrevistas con miembros del PKK.
Turquía ha usado repetidamente su restrictiva ley antiterrorismo para amordazar a los medios, dice el Instituto Internacional de Prensa (IPI).
BIANET y otros miembros de IFEX informan de que el periodista turco Irfan Aktan fue sentenciado el 4 de junio a 15 meses de cárcel por citar a un miembro del PKK en uno de sus artículos. El editor de Aktan fue multado con US$ 10,393 por el mismo artículo, dice el CPJ. Ambos fueron acusados de difundir propaganda. Según BIANET, un total de 103 personas, entre ellas 15 periodistas, comparecieron ante los tribunales durante el primer trimestre de este año por cargos vinculados con la ley antiterrorismo.
La libre expresión está amenazada en muchos niveles en Turquía. El 9 de junio, un tribunal local en la provincia de Mardin impuso sentencias de cárcel de seis meses a tres ex miembros del disuelto Partido Sociedad Democrática (DTP) por hablar en kurdo durante una campaña electoral.
Según Reporteros sin Fronteras (RSF), una empresa de propiedad privada está amenazando con demandar al sitio web de noticias "EmekDunyasi.net" si no retira antiguos informes sobre una acción sindical emprendida por 400 empleados de Yörsan en 2008. "Esta clase de extorsión judicial es un auténtico problema"; dijo RSF. "Pocos periodistas se atreven a criticar a grupos financieros o empresas del sector privado por temor a represalias".
Otro atropello a la libertad de prensa que emergió es el espionaje de teléfonos de periodistas, políticos, miembros del poder judicial y funcionarios, informa BIANET. Además, los conmutadores de los periódicos "Milliyet", "Radikal", "Posta" y "Fanatik" fueron intervenidos.