La Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) reafirmó hoy la necesidad de buscar una solución política al conflicto de Alto Karabahj, el más antiguo de cuantos existen en el espacio postsoviético.
“La OTSC aboga por un arreglo exclusivamente político del conflicto karabají”, declaró Nikolai Bordiuzha, secretario general de esta alianza político-militar que integra a Armenia, Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizistán, Rusia, Tayikistán y Uzbekistán.
Al intervenir hoy en una conferencia internacional sobre la paz y la seguridad en el Cáucaso Sur, que se desarrolla en Ereván, Bordiuzha calificó de “irracional” la permanente tensión que persiste en Alto Karabaj y es “capaz de derivar en hostilidades en cualquier momento”.
Recordó que ese conflicto latente, además de devorar ingentes asignaciones militares, se cobra cada año el inadmisible precio de hasta 50 víctimas en la línea que separa en Karabaj a las tropas armenias y azerbaiyanas.
La OTSC, según él, “se opone a cualquier plan o intento de forzar la solución del conflicto con métodos militares” y considera necesario respetar el actual formato del arreglo. “Las gestiones del Grupo de Minsk de la OSCE y del presidente de Rusia contribuyen efectivamente a sacar adelante el proceso (negociador)”, dijo. En su discurso, Bordiuzha también catalogó de “inaceptables” los intentos de aislar a uno u otro Estado de la región, independientemente de las relaciones que existan entre ellos.
El conflicto en Alto Karabaj se remonta a 1988 cuando este enclave de población mayoritariamente armenia se separó de la entonces República Socialista Soviética de Azerbaiyán. Tres años más tarde, Alto Karabaj anunció la creación de un Estado independiente. La secesión dio origen a una guerra entre Bakú y Ereván que se prolongó hasta mayo de 1994 y a raíz de la cual Azerbaiyán perdió el control sobre Alto Karabaj y siete distritos adyacentes.
Desde 1992 Azerbaiyán y Armenia sostienen negociaciones para el arreglo en el marco del Grupo de Minsk de la OSCE presidido por EEUU, Francia y Rusia. Azerbaiyán insiste en la preservación de su integridad territorial. Armenia defiende los intereses de la república secesionista. La República de Alto Karabaj no figura como parte de las negociaciones.