lunes, 23 de abril de 2012
97 años del genocidio y la lucha debe continuar: por Ankine Arakelian
Para mi es muy importante el tener origen armenio; me siento muy orgullosa de mis raíces, de mis costumbres, de mi cultura, de ese hermoso idioma que escucho desde pequeña, y me siento orgullosa por el coraje y la pasión de vida que demostraron aquellos que hoy no están, y que entregaron sus vidas para que hoy yo pueda escribir estas palabras.
Por eso intento continuar la lucha y con ello rendir homenaje a aquellos que lo hicieron primero.
Pero los nuevos tiempos exigen nuevas modalidades de trabajo.
Desde que tengo uso de razón, escucho hablar del Genocidio, historias terribles, y conmovedoras hasta las lágrimas y me he convencido de que cada armenio que nace, cualquiera sea su generación, o su ubicación geográfica e incluso cuán sumergido esté en la cultura o el quehacer armenio,nacerá con esta terrible memoria cargada en sus espaldas, con una
historia hecha sin haberla vivido.
Es que provenimos de un pueblo milenario, que entre otras muchas vicisitudes sobrevivió a una de las mas grandes atrocidades del S.XX como lo es este genocidio que, después de 97 años aún no a sido reconocido y continúa siendo negado por quienes lo perpetraron y sus cómplices.
Pero también es cierto que este pasado colectivo reprime nuestro futuro,ya que estos 97 años de sufrimiento, lucha y espera son imposibles de borrar.
Pero ahora es un nuevo tiempo de lucha, porque el mundo ha cambiado. Hemos cambiado nosotros y también nuestros enemigos.
Es hora de remangarse, y de poner las manos en el barro, es tiempo de dar todo, ya que aún nos queda mucho por recorrer, los caminos no están hechos:somos nosotros los que los hacemos al andar.
Es momento de actuar con inteligencia, quizás con una mente distinta: por ejemplo de tirar de una sola cuerda, de olvidar los intereses personales y enfocarnos en los generales, en los que son esenciales para la sobrevivencia del pueblo armenio.
Debemos avanzar sin olvidos pero no sólo debemos quedarnos con lo que paso, debemos enfocarnos en lo que queremos que pase.
Qué es lo que queremos que suceda es la gran pregunta que debemos contestar entre todos los armenios.
Sin desmemoria, y con inteligencia, debemos construir la imagen de futuro y trabajar aunados para convertirla en realidad.
Conscientes de que nadie nos dará obsequios y que todo lo debemos conseguir con nuestro esfuerzo colectivo.
24/de abril/2012
Montevideo Uruguay