Distintas voces de la comunidad armenia rechazaron las declaraciones que hizo el embajador de Turquía en Argentina, Taner Karakas, en una carta de lectores al diario Clarín el 13 de septiembre, donde planteó su “desacuerdo” con un artículo del 26 de agosto titulado “El otro genocidio: el armenio”.
Karakas habló de “un serio enfrentamiento entre las memorias colectivas de los lados turco y armenio” y sostuvo que Turquía no niega el sufrimiento de los armenios, “sino que nos oponemos a contar únicamente con la narrativa nacional de Armenia y la presentación de los trágicos acontecimientos de 1915 como un genocidio perpetrado por un lado contra el otro, en el cual no se tiene en cuenta las pérdidas turcas”. Además, dijo que era éticamente injusto, tanto para turcos como para judíos, “establecer una analogía entre el Holocausto y los acontecimientos de 1915, sobre los que sigue vigente una controversia histórica”.
El Dr. León Carlos Arslanián, dijo que “el embajador de Turquía emite afirmaciones que en modo alguno pueden compartirse porque tratan de desvirtuar la verdad histórica. Persiste en el negacionismo y lamentablemente pasa por alto circunstancias decisivas que no puede desconocer, dado que constituyen un profundo motivo de preocupación en el seno de su propio gobierno”.
Luego, el Dr. Arslanián explicó que “el término genocidio fue acuñado por Raphäel Lemkin sobre la base de las matanzas perpetradas por el Imperio Otomano en contra del pueblo armenio y sus aportes constituyeron la piedra basal de lo que luego fue la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio (1948) y el Estatuto de Roma que creó la Corte Penal Internacional (1998-2002) cuyas definiciones comunes caracterizan, precisamente, los hechos que constituyen genocidio”.
Al respecto, el vicepresidente de la Internacional Socialista y miembro del Consejo Nacional Armenio Mundial, el Ing. Mario Nalpatian, indicó que “en cuanto a lo éticamente injusto respecto del Holocausto, resulta paradójica la apelación a la ética por parte del representante de un Estado genocida. Bien sabe el embajador turco que el Estado de Israel no reconoce el genocidio armenio por razones políticas, que son fuertemente cuestionadas por la opinión pública, la prensa y los políticos de ese país”.
Además, argumentó que “el Estado turco y su embajador en Argentina carecen de autoridad moral y credibilidad cuando intentan minimizar y trivializar al hablar de ‘narrativa nacional de Armenia’, dado que no pueden ignorar el reconocimiento del genocidio armenio de la ONU en 1985, del Parlamento Europeo en 1987, el Parlamento del Mercosur en 2009 y de decenas de parlamentos nacionales”.
“La tergiversación de las palabras no puede ocultar un hecho histórico y fácticamente comprobado por infinidad de fuentes independientes: el genocidio padecido por los armenios a manos de los turcos”, reafirmó el sociólogo ydirector del Departamento de Ciencia Política y Estudios Internacionales de la Universidad Di Tella, Juan Gabriel Tokatlian.
Por último, Carolina Karagueuzian, representante del Consejo Nacional Armenio de Buenos Aires, recordó que “en la República Argentina en 2007 el Congreso sancionó la Ley 26.199 que establece al 24 de Abril como el ‘Día de acción por la tolerancia y el respeto entre los pueblos’ para conmemorar el genocidio”, y criticó la “controversia histórica” a la que hace referencia el embajador, ya que es el propio gobierno de Turquía el que mantiene unilateralmente esa “controversia”.
“La memoria colectiva turca a la que hace mención el embajador Taner Karakas, es una memoria basada en la mentira, el ocultamiento y la negación. En cambio la memoria armenia es una memoria activa y permanente contra la injusticia y la impunidad. Cada uno de estos acontecimientos que sufrieron tanto el pueblo judío como el armenio son únicos y tienen sus singularidades, pero desconocer que estos crímenes son cometidos contra toda la humanidad y que existen puntos en común entre las distintas prácticas genocidas, es lo problemático”, concluyó la Lic. Karagueuzian.-
