miércoles, 4 de marzo de 2015
Erdogan teme ser envenenado!!!
Los delirios de grandeza suelen ir de la mano de la paranoia. Los del presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, parece que también. Primero, se hizo un palacio de mil habitaciones con medidas de seguridad desmesuradas (incluye hasta un refugio nuclear bajo tierra). Ahora, embarcado en una campaña para reformar la Constitución de Turquía y lograr así un sistema de gobierno presidencialista, Erdoğan sorprende con un laboratorio de análisis alimenticio a prueba de magnicidios. Por prescripción médica.
Su médico de cámara, Cevdet Erdöl, afirma que los asesinatos de grandes personalidades cometidos con armas están pasados de moda, y que ahora está mucho más en boga hacerlo a través de venenos ocultos y disimulados en el almuerzo. Así que la cocina de Erdoğan está sometida al escrutinio de varios médicos, entre ellos un equipo de emergencia compuesto por cinco miembros y que está de guardia catorce horas al día en el Palacio Presidencial. Todo alimento es meticulosamente analizado antes de que se la lleve a la boca el máximo dirigente del país, fundador del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP, en sus siglas turcas).
PLAN NUTRICIONAL
“Hemos elaborado un plan nutricional y de salud para el presidente Erdoğan. Se analiza cada cosa que come o que bebe para ver si contiene radiación, materiales químicos, metales pesados o bacterias”, afirma Erdöl en declaraciones recogidas por el rotativo local Hürriyet Daily News. Entre sus refrigerios es dudoso que se encuentre el raki, un anís considerado bebida nacional hasta que el mandatario, islamista moderado, optó por elevar públicamente a ese pedestal el ayran, una popular bebida a base de yogur salado. Y sin alcohol.
Además, el galeno de Erdoğan indicó que se instalará un laboratorio permanente para tales análisis en palacio, una tarea que -de momento- llevan a cabo otros centros en Ankara y Estambul. Pero estos controles de calidad y de seguridad no se llevan a cabo solo en la residencia del presidente, sino que también se realizan tanto en los viajes a lo largo y ancho de Turquía, como en las visitas del dignatario al extranjero.
Para facilitar la labor, los cocineros presidenciales prestan especial atención a la procedencia de los alimentos: solo pueden ser “de fuentes fiables”. La comida y los materiales de limpieza pasan una serie de controles en el momento de su adquisición y durante su uso y preparación. Por el momento, Erdoğan no tienen nada que temer. “No hemos tenido ningún incidente reseñable hasta ahora”, concluye el doctor.
http://www.elperiodico.com/es/noticias/internacional/erdogan-teme-ser-envenenado-3985770