"No existen principios que pueden seguirse durante las matanzas en la guerra, pero existen reglas no escritas militares: los soldados luchan contra otros soldados, pero los respetan y no maltratan a sus cuerpos. Por otra parte, no abren fuego contra los civiles.
Azerbaiyán mostró que no sigue los valores internacionales ni los respeta. ¿Qué hace Europa? Europa, el símbolo de la civilización que siempre luchó contra el terrorismo, no está haciendo nada ahora.
Cuando los armenios estaban enterrando a sus soldados, la ONU habló de la unión entre las sociedades civiles en el Foro Humanitario Internacional VII, que se celebró en Bakú irónicamente.
Al parecer, no puede haber ningún vínculo entre la civilización y la decapitación de un soldado. Después de todo esto, incluso Aliyev galardonó al el soldado que hizo esto, mostrando a su ejército que este es el camino a seguir.
No es la primera vez Bakú ha otorgado premios a asesinos. Recordamos a Ramil Safarov. Este nombre se asocia con el heroísmo y la gloria en Azerbaiyán.
Safarov mató mientras dormía al soldado armenio Gurgen Margaryan en un curso internacional patrocinado por la OTAN.
Azerbaiyán apoya el terrorismo. Esto es peligroso no sólo para Armenia y su diáspora, sino también para toda Europa.
Las acciones de Baku destinadas a apoyar el terrorismo deben ser detenidas.
El humanismo no es sólo palabras. No es simplemente un tema de las conferencias internacionales. Es en primer lugar el apoyo a los países que luchan por la libertad y rechazan la violencia ".
