Al menos 60 manifestantes heridos y 165 detenidos, es el saldo de los choques registrados el viernes entre la Policía y los indignados en Ereván, capital de Armenia.
El Ministerio armenio de Salud ha confirmado este sábado que 60 manifestantes fueron hospitalizados tras duros enfrentamientos registrados cerca de Erebuni, un cuartel general de la Policía en Ereván, en manos, desde el pasado domingo, de un grupo armado.
La fuente añade que los hechos se produjeron después de que los manifestantes intentaran entrar a una zona bloqueada por la Policía armenia, que incluye las calles que conducen al edificio ocupado por las fuerzas de la oposición, que buscan la liberación de su líder, Zhirair Sefilyan, detenido hace un mes por incitación a la violencia y posesión ilegal de armas.
Los agentes policiales utilizaron granadas aturdidoras y gases lacrimógenos contra los indignados y detuvieron a 165 personas, según Armen Press, en las proximidades de la calle Horenaci y el distrito de Sari Tagh.
Además, unos agentes vestidos de civil golpearon a varios periodistas que se encontraban en la zona para cubrir los acontecimientos.
La Policía, al considerar “ilegal” las marchas, había pedido a los manifestantes que dejaran las calles.
Varios medios de comunicación han informado, asimismo, este sábado de un incendio ocurrido en una vivienda ubicada en Sari Tagh. Las personas que se encontraban dentro de la casa, entre ellas menores de edad, sufrieron lesiones y quemaduras.
Se estima que las granadas lanzadas por los agentes policiales hayan provocado el incendio.
Los simpatizantes de Sefilyan, que exigen la dimisión del presidente armenio, Serge Sargsián, habían anunciado que pretenden realizar “cambios” en el país a través de un grupo armado rebelde.