domingo, 20 de noviembre de 2016
El tonto "tabú" de que los inmigrantes quitan empleo a los locales.
Obviamente, la inmigración beneficia a los empleados, consumidores y hasta la posición económica internacional de los países que reciben esta clase de población. Incluso, la mayoría de las veces la inserción de profesionales y trabajadores inmigrantes no afecta negativamente las oportunidades de trabajo de la población nativa ni los excluye de trabajos complementarios.
Por supuesto, la inmigración afecta segmentos de la población del país receptor de distintas maneras. Los consumidores, inversores y compañías que emplean inmigrantes se benefician de la inmigración. Para los trabajadores en general, es más una mezcla de beneficios con posibles pérdidas de oportunidades.
Alrededor del 10 al 15% de los inmigrantes en los países ricos son ilegales, un poco más en Estados Unidos, un poco menos en Australia y Canadá.
Los inmigrantes no autorizados típicamente entran por vías ilegales, aunque una gran mayoría de ellos (alrededor del 40% en Estados Unidos) entran legalmente y no se van al expirar sus visas. Otra categoría involucra a aquellos que entran con una visa pero violan sus términos, usualmente trabajando.
La mayoría de los inmigrantes ilegales se concentran en trabajos que han sido abandonados por la fuerza local y legal de trabajo. En Japón, por ejemplo, muchos de esos trabajos se caracterizan por “las tres K”: “kiken, kitsui y kitanai”, que en japonés significan: peligroso, difícil y sucio.
Por otro lado, la inmigración ha propulsado la “economía del servicio”, ya que constituye una importante fuente de mano de obra para la vasta infraestructura de trabajos de poca paga que descansan sobre los servicios especializados y el estilo de vida de los empleados con altos ingresos.
Los inmigrantes representan una mano de obra deseable porque son relativamente baratos, confiables, y están dispuestos a realizar trabajos ocasionales.
Los inmigrantes también permiten la continua expansión de los servicios hechos y creados para los trabajadores de oficinas. En realidad, estos servicios se están convirtiendo en una de las principales actividades económicas en las grandes ciudades.
El alto costo de vivir en las ciudades que son sede de importantes centros corporativos requieren que los hogares de los profesionales tengan más de un ingreso mensual para poder mantener un estilo de vida clase media. Esto, en consecuencia, obliga a esta “nueva aristocracia” a consumir cada vez más los servicios que en otras épocas hubieran producido para ellos mismos.
Oferta laboral para profesionales inmigrantes
Las principales naciones de destino para inmigrantes profesionales (Estados Unidos, Canadá y Australia) ofrecen, sin dudas, enormes oportunidades laborales para profesionales especializados acreditados en el extranjero. Sin embargo no puede sacarse del análisis los controles y restricciones establecidos por los colegios o gremios profesionales, las necesarias acreditaciones y reválidas que se presentan como obstáculos a una rápida inserción en el área de especialización que se trae a la nación de destino.
En el caso de Canadá, es ampliamente conocida la llamada experiencia canadiense exigida por la mayoría de los departamentos de recursos humanos y reclutadores de ese país. Para conformarse con esa exigencia, la mayoría de los inmigrantes debe poder presentar un trabajo realizado en ese país (la mayoría de las veces no en el área deseada).
En Australia, por su parte, existen Programas de Inmigración Regional Patrocinados directamente vinculados a listas de profesiones específicas que son de interés en determinadas zonas rurales o de bajo crecimiento poblacional. Un detalle importante en este caso es que el interesado debe ser menor de 50 años para poder optar a ofertas laborales garantizadas al menos por dos años en dichas zonas del país continente.