martes, 24 de enero de 2017

Siria rechaza cualquier diálogo con Turquía


El embajador sirio ante la ONU, Bashar al-Yafari, ha declarado que Damasco no mantendrá conversaciones con Turquía en las negociaciones de paz de Astaná.

Turquía ha violado la integridad territorial de Siria al brindar apoyos a los grupos terroristas, a cuya consecuencia se ha prolongado el conflicto armado en el país árabe. Por esta misma razón, no habrá una conversación turco-siria en las negociaciones de Astaná, ha declarado Al-Yafari durante una rueda de prensa mantenida en Astaná, capital kazaja.

Al-Yafari, que encabeza la delegación siria para tales diálogos, ha asegurado también que para Siria y sus aliados rusos e iraníes “ni Turquía ni ninguna otra parte extranjera participará en la reunión, ya que es un diálogo intersirio”.

Las negociaciones entre el Gobierno sirio y la delegación de los “rebeldes” se centrarán en establecer el alto el fuego en vigor desde finales de diciembre, y separar a las organizaciones terroristas como EIIL (Daesh, en árabe) y Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath al-Sham) de otros grupos armados que se unieron al cese de las hostilidades, ha añadido.

En otra parte de sus declaraciones, ha subrayado que las expectativas de su país para que la acción de EE.UU. sea más positiva y más involucrada y coadyuve a impulsar una solución política al conflicto sirio.

Las negociaciones de Astaná, auspiciadas por Rusia, Turquía e Irán, se llevarán a cabo en el hotel Rixos, donde las dos delegaciones se reunirán por primera vez cara a cara en un mismo lugar, junto al enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura.
Por primera vez desde el inicio del conflicto sirio, Estados Unidos no juega un rol de “padrino” de negociaciones, y en las negociaciones de Astaná será representado por su embajador en Kazajistán. La Unión Europea (UE) contará también con una presencia oficial.
Hasta ahora, las múltiples negociaciones que se han organizado, principalmente Ginebra I y II, han fracasado en su intento de poner fin al conflicto sirio, que ha dejado más de 400.000 muertos desde 2011.