domingo, 23 de julio de 2017
Tenemos actualmente la mayor cantidad de esclavos en la historia de la humanidad.
Lo manifestó Kailash Satyarthi, premio Nobel de la Paz de 2014 en Inglaterra. Se estima que existen 35,8 millones de personas en esa situación de explotación en el mundo. Consideró que es el mayor pecado de la humanidad.
“A pesar de todo el conocimiento, toda la experiencia, todos los fondos, esta es la etapa de la historia con el mayor número de esclavos en el mundo, con la mayor cantidad de ganancias ilícitas originadas en el tráfico de seres humanos”.
Con esas palabras, el reciente premio Nobel de la Paz Kailash Satyarthi, de India, denunció que el “mayor pecado de la humanidad”, es decir, la negación de la niñez y la negación de la libertad de millones de personas del siglo 21. Lo hizo en Londres, Inglaterra, durante la conferencia Trust Women, organizada por la fundación Thomson Reuters.
Según la fundación, se estima que el negocio de la esclavitud supone ganancias anuales de 150 billones de dólares.
Satyarthi contó que una niña de 6 años, una de las miles que su organización pudo liberar de la esclavitud, le preguntó: “¿Por qué no viniste antes?”.
“Me di cuenta entonces de que no era una pregunta para mí, si no, para todos los que creen en los derechos humanos y en la dignidad de las personas”, reflexionó el hombre.
Se estima que 35,8 millones de personas (casi la misma población de Argentina) viven en la esclavitud en el mundo, según el segundo informe anual de la esclavitud mundial de la Fundación Free Walk, un grupo de derechos humanos con sede en Australia.
La cifra incluye a personas nacidas en la esclavitud o que lo están por deudas y a víctimas de la trata por explotación sexual y laboral.
Para Satyarthi la solución sólo vendrá, en primer lugar, desde la acción colectiva. Y para ello es necesario “despejar el nivel de sospecha y críticas” entre los distintos actores sociales y generar alianzas entre los gobiernos, el sector económico y la sociedad civil. “Docentes, activistas, periodistas, líderes religiosos, todos tienen que actuar de manera conjunta”, ejemplificó.
En segundo lugar, pidió que se fortalezcan las leyes para perseguir la trata de personas y liberar al mundo de la esclavitud.
En tercer lugar, señaló la necesidad de actuar inmediatamente. Y preguntó al púbico qué haría si le secuestraran a una hija. “No organizarían una conferencia, no harían un plan, no se sentarían a esperar fondos, no se podrían a escribir un proyecto de ley”, manifestó.