Los últimos incidentes en Nagorno Karabaj demuestran la intención de la parte azerbaiyana de aumentar las tensiones en la región, afirmó hoy el ministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Eduard Nalbandian.
“La actuación de las fuerzas azerbaiyanas en la línea de frente, que acabó con la muerte de militares armenios tanto antes de la reunión de presidentes (de Rusia, Armenia y Azerbaiyán) en Sochi, como después, así como durante la estancia en la región de observadores del Grupo de Minsk de la Organización de Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) aumentan la tensión en Karabaj”, dijo el canciller armenio durante una rueda de prensa en Ereván.
Al mismo tiempo, Nalbandián señaló que Armenia se pronuncia a favor de mantener la atmósfera positiva y los logros alcanzados en la reunión de Sochi.
“Armenia y Karabaj apoyaron la iniciativa de la OSCE sobre repliegue de francotiradores y no empleo de fuerza. También apoyamos la propuesta sobre la investigación de incidentes en la línea de demarcación (entre el enclave de Nagorno Karabaj y Azerbaiyán)”, concluyó el ministro de la república caucásica.
El pasado 5 de marzo, durante una reunión tripartita de los líderes de Armenia, Azerbaiyán y Rusia en el balneario ruso de Sochi, el mandatario armenio, Serzh Sargsyan, y su homólogo azerbaiyano, Ilham Aliev, acordaron un canje inmediato de prisioneros de guerra, “arreglar todas las disputas por medios pacíficos” e “investigar todas las violaciones del alto al fuego en la zona del conflicto” en Alto Karabaj.
El conflicto de Alto Karabaj se remonta a 1988, cuando ese enclave poblado en su mayoría por armenios proclamó su independencia con miras a escindirse de Azerbaiyán y unirse con Armenia.
Durante más de 20 años, se sostienen negociaciones en varios formatos sobre el arreglo de este conflicto. Los encuentros tripartitos entre Armenia y Azerbaiyán con la participación de Rusia ya se celebran de manera regular.