Tras los levantamientos en Túnez, Egipto y demás países del mundo árabe, la oposición extraparlamentaria en Armenia intenta ahora imitar los alzamientos. No hay que olvidar que el pasado día 1 de marzo se marcó el tercer aniversario de los enfrentamientos postelectorales [en] en esta antigua república soviética, que causaron la muerte a 10 personas. Sin embargo, aunque los medios locales le han dado bastante cobertura a esta noticia, fuera del país está siendo prácticamente ignorada.
Algunos opinan que esto se debe a sus pocas expectativas de éxito. Azerbaiyán ya forma parte de la “lista” de países que deben ser vigilados, de la que se excluye a Armenia y, en especial, a Georgia. Footprints [en] ofrece su explicación a este fenómeno:
Los egipcios lo consiguieron. Acabaron con un régimen que sabían opresor y corrupto, que limitaba su libertad de expresión y movimiento y que les tenía encerrados en un mundo de pobreza y sin oportunidades. […] Hicieron llegar el mensaje a través de las redes sociales y el pueblo tomó las calles, negándose a abandonar su causa hasta ver satisfechas sus peticiones. Misión cumplida.
Aquí en Armenia, sin embargo, reina un lamento crónico. Tanto los jóvenes como los mayores están tan obsesionados con la idea de que “el país no es un país” que no ven salida a unos problemas similares a aquellos con los que lidiaron los egipcios durante más de 30 años. […] Y sin ánimo de restar importancia al sufrimiento armenio, da la sensación que los egipcios lo han pasado mucho peor durante sus décadas de represión tiránica y de estado de “emergencia”. […]
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He hablado con algunas personas acerca de lo sucedido en Egipto, y reconocen la necesidad de hacer lo mismo aquí. Son conscientes de la gran oportunidad que dejaron pasar en marzo de 2008. Pero también saben que nadie está dispuesto a intentarlo de nuevo. Los jóvenes, como fuente dinámica de potencial, se encuentran inactivos. La oposición está ahora más dividida que nunca. No existe unidad entre el pueblo armenio, y el país seguirá sin ser un país, a sus ojos, hasta que no estemos todos en el mismo punto de partida para trabajar por un objetivo común. Y esto no debería ser una opción.
The Armenian Observer se posiciona como uno de los descontentos con la situación en Armenia, pero carece de interés por este nuevo intento de la oposición extraparlamentaria por tomar el poder. El blog comenta el discurso [en] que pronunció su líder, el antiguo presidente Levon Ter-Petrosian, en un encuentro que tuvo lugar la semana pasada en la capital armenia, Ereván. Reuters y AFP estiman que entre 5000 y 6000 personas asistieron a este encuentro, los medios locales sitúan esta cifra en 10000.
“La situación de nuestro pueblo no es menos penosa que la que atraviesan todos esos países, y el régimen de Armenia no es menos dictatorial ni odiado que el suyo” proclamó el líder de la oposición Levon Ter-Petrosian , primer presidente de Armenia, antes que la multitud hiciera una marcha por Ereván.
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Sin embargo, no creo que todas aquellas personas, que estaban ausentes en el anterior encuentro del partido de oposición HAK, acudieran al encuentro porque de pronto hayan empezado a confiar más en las fuerzas de la oposición. El movimiento de la oposición no ha hecho nada para ganarse esa confianza en los últimos años.
Este encuentro, así como el planeado para la conmemoración del día 1 de marzo, habría tenido lugar con independencia de los acontecimientos de Egipto y Túnez. Sin embargo, algunos analistas creen que lo ocurrido en el mundo árabe ha servido al menos para alentarlos. Llega incluso a hacer que se plantee el posible uso de Facebook y Twitter para provocar un cambio de régimen.
Sin embargo, de momento hay unos niveles increíblemente bajos de actividad en la red: solamente 324 personas (dentro y fuera de Armenia) formaban parte, cuando se redactaba esta noticia, de la página de Facebook La revolución de la reforma armenia: 2 de marzo de 2011 [en], en favor de la próxima manifestación. El blog The Armenian Observer, comenta esta situación:
Levon Zurabian, coordinador del HAK, que ni siquiera está registrado en Facebook, declaró para los reporteros del PanArmenian.net que la oposición está llevando a cabo un seguimiento de la principal red social, y que éste revela un “gran apoyo” al HAK entre la población Armenia. Para concluir, añadió que los seguidores del HAK son personas con estudios y acceso a la tecnología de internet y de las redes sociales”.
Actualmente hay 123000 ciudadanos armenios registrados en Facebook, lo que equivaldría a un 4% de la población total. Por tanto, sería completamente utópico afirmar, como hizo Zurabian en su entrevista con PanArmenian.net, que las redes sociales “ofrecen una gran oportunidad de hacer frente al bloqueo informativo impuesto por las autoridades armenias mediante el control total de la televisión”.
Son pocos los que toman en serio estas declaraciones acerca del apoyo via internet. No obstante, si la situación es mala en Facebook, en Twitter es aún peor, a pesar de los enormes esfuerzos que @hpNYR, un partidario de la oposición en Estados Unidos, haya llevado a cabo, prácticamente en solitario, por popularizar el uso de estas dos redes sociales, así como por fomentar la utilización de la etiqueta #1mar.
Algunos opinan, sin embargo, que ya es demasiado tarde.
Katy Pearce: Debería haber empezado hace meses. @hpNYR necesitará hacer un esfuerzo colosal para conseguir que más armenios utilicen twitter en Armenia #1mar.
Aún así, al menos YouTube se está utilizando por parte del grupo pro-oposición A1 Plus, antigua cadena de televisión que fue polémicamente cancelada menos de un año antes de las elecciones presidenciales de 2003, amargamente disputadas. El 26 de febrero, por ejemplo, se publicó un video que muestra un pequeño enfrentamiento entre la policía y un grupo de jóvenes activistas de oposición en la Plaza de la República de Ereván.
Pase lo que pase en Armenia en marzo, no parece que las redes sociales hayan jugado un papel importante, al menos por ahora. Por supuesto, algunos estudiantes armenios y una escritora de Global Voices, Yelena Osipova, defienden que no deberían entenderse necesariamente como una solución total en todos los casos.
De momento, y mientras la oposición armenia esperaba los acontecimientos del 1 de marzo, sus vecinos activistas de Azerbaiyán se preparaban para la llegada del día 11.