El célebre periodista Nedim Sener está acusado ahora de pertenecer a la organización terrorista que él mismo investigaba.
"Me llegó mi turno. La policía me había avisado. Me decían: ¿tienes ya el pijama preparado, la ropa caliente, dispuesta para la cárcel?". Fueron las primeras palabras que se hicieron públicas el jueves al darse a conocer la detención del periodista turco Nedim Sener. Hoy domingo ha llegado su encarcelamiento junto con otro periodista, Ahmet Sik.De poco ha servido que cientos de personas, unas mil en total, se manifestaran en Estambul y Ankara contra la detención -un día después de producirse- de varios informadores, Nedim Sener entre ellos.
Aquel día, el viernes, destacados columnistas y reporteros turcos encabezaban las marchas en las que se escucharon eslóganes a favor de la libertad de prensa. También referencias al partido en el Gobierno, el de la Justicia y Desarrollo (AKP), como "AKP, retira tus manos de la prensa".
Varios de los presentes en las protestas llevaban la boca cubierta por esparadrapo, una metáfora para la libertad de prensa amenazada en Turquía.
En la madrugada del jueves la casa de Nedim Sener fue registrada por la policía con la de los otros diez sospechosos de tener vinculaciones con una organización golpista conocida como Ergenekon.
Una decena de ellos, la mayoría periodistas, fueron detenidos a continuación. Unas cuatrocientas personas, incluidas militares en activo y retirados, académicos y políticos, están siendo enjuiciadas estos meses por haber formado parte presuntamente de esta red ultranacionalista y con planes para derrocar al gobierno.
Sener, periodista del diario Milliyet, es célebre en su país debido sobre todo a sus dos libros de investigación acerca del asesinato en 2007 del periodista de ascendencia armenia Hrant Dink. Sener, amenazado de muerte varias veces, está convencido de que este homicidio es "un crimen político" como lo calificó en una entrevista a La Vanguardia en junio de 2009. Un año después era elegido por la Asociación Internacional de Prensa (IPI) como "Héroe de la Libertad de Prensa Mundial".
Sener, según confesión propia, sabía que su detención era solo cuestión de tiempo puesto que había descubierto que varios de los oficiales de policía que serían culpables de negligencia en el caso Dink están también a cargo de la investigación del caso Ergenekon.
Junto con Sener era detenido ayer otro destacado periodista turco: Ahmet Sik, que asimismo contaba con ello. Ambos tienen en común partir de la existencia fáctica de la conspiración conocida como Ergenekon.
Pero también el estar convencidos de que este entramado, conocido en Turquía como "el estado profundo", está siendo sustituido por otro. Si antaño el gobierno era tan solo un títere del verdadero poder, el ejército, ahora ocurriría algo similar con la cofradía religiosa liderada por el clérigo Fettulah Gülen.
La secta sería el verdadero poder ahora en Turquía puesto que se habría infiltrado tanto en el estamento castrense como, sobre todo, en las fuerzas de seguridad y de inteligencia del país euroasiático.
Tanto Sener como Sik han investigado este punto y hecho público sus conocimientos en libros y artículos. Sik, según su abogado, preparaba un libro titulado "El ejército de los imanes" advirtiendo del grado de infiltración de este cuerpo religioso en el aparato de seguridad del Estado turco.
Cuando Sik fue detenido exclamó delante de las cámaras "El que toca (a la cofradía Gülen) se quema". Por su parte, Sener gritó "Por Hrant Dink, por la justicia" al ser llevado a las dependencias policiales. Se trata de un eslogan coreado por miles en los aniversarios del asesinato del periodista de ascendencia armenia Hrant Dink el 19 de enero de 2007.
Ahora, decenas de periodistas en Turquía se sienten acosados, creen que sus teléfonos están pinchados e intentan decir lo que piensan entre líneas.
La detención, entre otros , del periodista Nedim Sener ha sido condenada tanto por la Comisión Europea como por la representante de la OSCE para la Libertad de Prensa, Dunja Mijatovic.
Nedim Sener, amenazado de muerte en varias ocasiones, recibió el galardón como "Héroe de la Libertad de Prensa Mundial" con una mezcla encontrada de sentimientos. La razón: las dos únicos periodistas turcos galardonados con el mismo premio —Abdi Ipekci y Hrant Dink—fueron asesinados.