La capital ha sido escenario durante las últimas seis semanas de una serie de protestas contra la gestión del Gobierno, particularmente en el ámbito financiero. La economía armenia experimentó un retroceso del 14,2 por ciento en 2009, después de que la crisis financiera dejara al descubierto la enorme dependiencia de Armenia respecto de Rusia, donde trabajan miles de armenios que durante esos meses se vieron incapaces de enviar parte de su sueldo a sus hogares.
A pesar de que la economía ha experimentado un leve repunto en 2010, el Fondo Monetario Internacional estima que la recuperación del país está siendo lenta e irregular.
Es por ello que líderes opositores como el coordinador del Congreso Nacional Armenio, Levon Zurabyan, han pedido estos días que se anticipen las elecciones parlamentarias, previstas para el año próximo, y las presidenciales, que tendrán lugar en 2013. "Pido a la gente que se prepare para iniciar una campaña de desobediencia civil", proclamó.
