miércoles, 19 de octubre de 2016

Liberan presos comunes en Turquía para poder encarcelar más opositores.

Las purgas no se han producido solo para destruir al llamado “Estado paralelo” sino a todo aquel que no comparta la línea de pensamiento estatal.




Al grito de “Dios es grande” los defensores de la democracia de Alá y del presidente Recep Tayyip Erdogan enarbolaban la bandera nacional. Era 15 de julio y el golpe de Estado orquestado, supuestamente, por los seguidores del clérigo Fetullah Gülen había fracasado. Erdogan fue entonces el único líder capaz de movilizar a una nación a través de un mensaje por Facetime.

“Vamos a limpiar este país con la ayuda de Alá. Somos un país musulmán, en nuestro interior está el Corán. Y como a estos que intentaron golpearnos el 15 de julio, jamás se lo vamos a permitir a nadie mas, y si vuelve a suceder volveremos a salir a las calles”, declaraban abez.es el día siguiente a la asonada los seguidores del Partido para la Justicia y el Desarrollo (AKP), que lidera el Ejecutivo.

Han pasado tres meses desde que el Estado turco afrontara la mayor crisis política de su historia y el país continúa bajo estado de emergencia, condición que se prolongará el próximo 19 de octubre por tres meses más. Según analiza David Hernández, experto en Relaciones Internacionales en la Universidad de Gazi, situada en la capital, Ankara: “la situación política en Turquía después del golpe unió a la población. Los partidos políticos iniciaron una serie de alianzas, y la comunidad internacional dio todo su apoyo al Gobierno. Lo que en otras palabras significa que Erdogan ahora no tiene oposición, y si la hay se encuentra amedrentada. Sin embargo, es demasiado pronto para hablar acerca del cambio al sistema presidencialista. Vale mencionar que solo sería un cambio simbólico ya que Erdogan ha tomado total control del Gobierno y la figura del primer ministro ha sido relegada a un segundo plano”.

Erdogan ahora no tiene oposición, y si la hay se encuentra amedrentada

Desde que los F-16 atronaran en el cielo del corazón de Anatolia y los tanques bloquearan las principales avenidas durante la intentona golpista, -que dejó más de 240 muertos y miles de heridos- un total de 356 generales y almirantes han sido detenidos por supuesta conspiración contra el Gobierno. Además, más de 100.000 trabajadores han sido despedidos de sus puestos y acusados de estar relacionados con la red gülenista, Hizmet, sobre la que recae el dedo acusador del Ejecutivo. Más de 51.000 personas han sido detenidas y más de 27.000, entre ellas 120 periodistas, continúan bajo arresto. No hay espacio en las cárceles de Turquía para los opositores al sultán de Europa, es por ello que el Ejecutivo empezó a liberar a unos 38.000 delincuentes comunes, culpables de delitos menores, para hacer espacio a los nuevos presos políticos.

Depuración de todo el pensamiento contrario al estatal

Según Hernández, “el Gobierno ha demostrado que las purgas no se han producido solo para destruir al llamado “Estado paralelo”, sino a todo aquel que no comparta la línea de pensamiento estatal. Eso se refleja en las depuraciones de los sistemas educativos, poderes judiciales y medios de comunicación. En teoría esta situación podría volverse en contra del Gobierno actual”. Tal y como han expresado algunos analistas, el riesgo a que se produzca un segundo golpe de Estado en los próximos meses en el país es real. “Es esa una de las razones para la extensión del estado de emergencia. En Turquía el concepto del honor es muy importante y miles de personas han visto afectado su honor siendo involucradas injustamente en estas purgas. Han sido aisladas de la sociedad; no disponen de pasaporte para abandonar el país y cada día que pasa el riesgo para ellos y sus familias aumenta. El Estado es acéfalo, no hay otro líder en Turquía que no sea Erdogan, no hay nadie mas que tenga el apoyo y la confianza del pueblo como la tiene Erdogan”, afirma el experto.

La situación de sitio, además, ha favorecido a que sean los seguidores de Erdogan los que tomen la justicia por su mano. Según el canal de noticias turco Habertürk, tan solo en Ankara han sido registradas más de 40.000 denuncias contra civiles, acusados de ser gülenistas. Muchas de estas denuncias podrían tratarse de ajustes de cuentas. Ante esta situación de inestabilidad y falta de transparencia política, ha sido el Consejo Europeo de Jueces quien ha manifestado su intención de apartar a Turquía como miembro observador al considerar que los poderes judicial, ejecutivo y legislativo no son independientes.

Según Hernández, “la nueva Turquía está en un proceso de reforma estatal-economica-social.La depuración ha dejado instituciones inservibles. Las instituciones educativas y de justicia son la base de cualquier sociedad. Cuando las reformas y dejas solo personal de una cierta corriente ideológica, problemas como la impunidad, corrupción y criminalidad son los que se pueden esperar. Es el resultado de este estado de emergencia el que va a determinar hacia donde va la nueva Turquía”, liderada ahora por los piadosos y oprimidos y en la que los seculares, los defensores de la Constitución, los hijos de Atatürk, los kurdos y los socialdemócratas han sido destinados al ostracismo político y social.

http://www.bez.es/767367844/nueva-Turquia-bajo-estado-emergencia.html