El encarcelamiento del periodista azerbaiyano Eynulla Fatullayev se volvió emblemático de la batalla por la libre expresión en el país. Después de cuatro años en la cárcel por cargos con motivación política, Fatullayev ha sido liberado por un indulto presidencial después de sufrir años de amenazas, ataques y persecución en represalia por sus escritos, incluso antes de su encarcelamiento en 2007.
Después de años de intensas campañas a favor de su liberación, el Instituto para la Libertad y Seguridad de los Reporteros (IRFS) y otros miembros de IFEX están emocionados con la noticia de que ahora está libre. Su liberación fue parte de una amnistía general para prisioneros políticos, para celebrar el 28 de mayo, Día de la República.
Hablando al IRFS, Fatullayev agradeció a la comunidad internacional su apoyo: "Estoy enormemente agradecido por el incansable apoyo que recibí mientras estaba en la cárcel. Quisiera agradecer en particular al Grupo de Asociación Internacional para Azerbaiyán, Amnistía Internacional, y el Comité por la Protección de los Periodistas, CPJ, por encabezar la campaña internacional. Gracias, además, a mis camaradas de Azerbaiyán".
El periodista declaró también a Reporteros sin Fronteras (RSF) que "La presión internacional tuvo un gran impacto".
Muchas organizaciones lucharon denodadamente por su liberación "especialmente las que estaban en el terreno de Azerbaiyán", dijo el International Press Institute (Instituto Internacional de Prensa, IPI). En una visita en febrero de 2011 a Bakú, IPI presionó a favor de su liberación en conversaciones con la administración presidencial de Azerbaiyán. El indulto de Fatullayev se produjo después de una visita a Azerbaiyán a principios de mayo de Dunja Mijatović, la representante de libertad de los medios de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) , quien se reunió con Fatullayev en prisión, aunque la condena del periodista no se ha revocado.
Fatullayev está galardonado con el Premio a la Libertad de Prensa 2009 del CPJ y habló con esta organización sobre su experiencia en prisión desde su casa en Bakú, un día después de su liberación. Fue enviado a varias cárceles y describió cómo fue puesto en confinamiento solitario varias veces, cómo fue trasladado a una prisión militar dónde se le negó cualquier contacto con el mundo exterior, ser acosado por ratas, y el deterioro de su salud. Dijo que sus abogados le contaron de la campaña internacional que trabajaba por su liberación: "No se pueden dar cuenta de lo que significa tener esa clase de apoyo cuando uno está aislado. No se pueden dar cuenta de su nivel de importancia".
Y añade que volverá a trabajar como periodista si las autoridades pueden garantizar que podrá publicar en forma independiente: "El periodismo es mi vocación", confesó al CPJ.
Fatullayev estaba cumpliendo una sentencia de ocho años y medio de prisión desde abril de 2007 por cargos no probados de difamación penal, amenaza de terrorismo, incitación al odio étnico y evasión fiscal. Fue encarcelado por escribir un artículo que acusaba a funcionarios de alto rango de ser inductores del asesinato en 2005 del periodista azerbaiyano Elmar Huseynov, junto con otras virulentas críticas de las políticas gubernamentales.
Pero incluso después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) falló a favor de su liberación inmediata y compensación financiera por parte del Gobierno azerbaiyano en abril de 2010, siguió detenido. Además, en 2010, la autoridades lo mantuvieron detenido por cargos de posesión de drogas, lo que agregó otros dos años y medio a su sentencia. Se considera en general que los cargos de drogas fueron inventados para mantenerlo encarcelado y oponerse a cualquier decisión del TEDH.
Fatullayev fue fundador y redactor de dos populares periódicos en el país, Gundelik Azerbaijan (Diario de Azerbaiyán) y Realny Azerbaijan (Real Azerbaiyán).
Se interpusieron contra Fatullayev cargos civiles y penales por un artículo publicado en 2005 sobre la masacre de Khojali en 1992, que ocurrió durante la guerra entre Azerbaiyán y Armenia por el disputado territorio de Nagorno-Karabaj, informa Human Rights Watch. En 2006, Fatullayev fue obligado a suspender la publicación de ambos periódicos brevemente después de que su padre fue secuestrado y retenido; los secuestradores amenazaron con matarlo. Los dos periódicos de Fatullayev fueron clausurados por las autoridades en mayo de 2007. En 2004 fue golpeado por escribir un artículo que criticaba al Gobierno.
A pesar de la reciente amnistía, "Azerbaiyán sigue siendo un lugar peligroso para expresar opiniones que critican al Gobierno, y el clima de intimidación es omnipresente", escribe Rebecca Vincent para Índice de la Censura.
IRFS, RSF y Human Rights Watch están pidiendo a las autoridades del país que liberen a dos activistas de medios sociales detenidos: Jabbar Savalanli y Bakhtiyar Hajiyev. Ambos activistas habían usado Facebook para criticar a las autoridades y convocar a protestas, y recientemente fueron condenados por posesión de drogas y evasión del servicio militar por cargos con motivación política.