viernes, 1 de junio de 2012

Turquía se radicaliza y otra vez emplaza a Israel.

Han pasado dos años, pero para muchos es como si hubiese ocurrido ayer mismo. Cientos de turcos regresaron el miércoles por la noche al «Mavi Marmara» –anclado en un muelle de Estambul-, para recordar a los nueve ciudadanos turcos muertos a manos de comandos israelíes en aquel barco. Ocurrió el 31 de mayo de 2010, durante un asalto naval contra la llamada Flotilla de la Libertad, que trataba de romper el bloqueo marítimo contra la Franja de Gaza. Desde entonces, las relaciones entre Israel y Turquía se han deteriorado considerablemente.

La prueba de que la herida sigue abierta es que esta semana un tribunal de Estambul aceptó imputar a los principales responsables militares israelíes de la época: el entonces jefe del estado mayor, el Teniente General Gabi Ashkenazi, el ex comandante en jefe de la marina, Eliezer Marom, y los antiguos jefes de la inteligencia militar y de la fuerza aérea, Amos Yadlin y Avishai Lavy. La acusación pide nueve cadenas perpetuas para cada uno por «incitar a matar de forma monstruosa» y «torturar».

Es prácticamente imposible que estos oficiales vayan a acudir a Turquía para este juicio, pero pueden ser juzgados «in absentia». De ser condenados, el Ministerio de Justicia podría emitir una orden de arresto internacional.

«Nos mantendremos sólidos como una roca junto a todos los soldados implicados», dice Barak
La reacción israelí ha sido inmediata. «Israel velará por vosotros, dondequiera que estéis, y en cada situación. Vosotros cuidasteis de nosotros, nosotros cuidaremos de nosotros. Es una regla importante», ha dicho el primer ministro israelí Benyamin Netanyahu, dirigiéndose a los oficiales. El ministro de Defensa, Ehud Barak, se ha expresado en términos similares: «Nos mantendremos sólidos como una roca junto a todos los oficiales y soldados implicados en el suceso de la flotilla turca».

Por su parte, el ministro de Exteriores, Avigdor Lieberman, dijo el pasado martes que Israel «no permitirá que sus oficiales y soldados sean aterrorizados, dado que actuaron de una manera completamente justificada y de acuerdo con la ley internacional». Lieberman hizo un llamamiento a los países europeos a no cooperar con la «provocación de imputaciones sin fundamento». «Esperamos que las naciones europeas pondrán a Turquía en su lugar e impedirán comportamientos salvajes de un miembro de la OTAN que ha perdido el rumbo y está actuando en contradicción con todas las leyes internacionales aceptables», le dijo esta semana al presidente alemán, Joachim Gauck, de visita en Jerusalén.

Intereses comunes
El ministerio de Exteriores está estudiando la posibilidad de que los comandantes sean arrestados si viajan a Estados que hayan firmado tratados de extradición con Turquía. «Probablemente no puedan visitar Turquía, pero creo que podrán visitar otros países. Esto parece más una medida política que legal», aseguró el viceministro de exteriores, Danny Ayalon.

«Turquía tiene todo el derecho de aplicar las medidas apropiadas», afirma el ministro de Exteriores
El propio Ashkenazi ha salido al paso de la declaración. «Si el precio por mantener mi integridad es no visitar Turquía, pagaré el precio. La relación de Israel con Turquía es importante, dado que ambos países tienen intereses comunes, que incluyen el mantener la estabilidad en Oriente Medio. Estoy seguro de que finalmente prevalecerá el sentido común», ha asegurado.

La imputación podría abortar un tímido proceso de normalización que comenzaba a cobrar cuerpo, con fenómenos como el regreso parcial de miles de turistas israelíes a suelo turco. Así las cosas, el ministro de Exteriores turco, Ahmet Davutoglu, ha optado por mantener la línea oficial de su gobierno, que es exigir una disculpa israelí por el incidente. Dado que esta no se ha producido, apoya la iniciativa judicial. «Turquía es un Estado de derecho, y si hay un ataque contra ciudadanos turcos en aguas internacionales, si se producen muertes y lesiones como resultado de un incidente, Turquía tiene todo el derecho de aplicar las medidas apropiadas», dijo ayer Davutoglu.