domingo, 27 de febrero de 2011

Carta de Missak Manouchian a su esposa en la mañana previa a su fusilamiento.

Prisión de Fresnes (Seine) 21 de febrero de 1944
Mi Querida Melinée, mi amada
Dentro de unas horas, ya no estaré en este mundo. Vamos a ser fusilados esta tarde, a las 15 horas. Esto es un accidente de la vida, parece mentira, sin embargo sé que ya no te veré nunca más.
¿Qué puedo escribir ? Todos es confuso en mí y muy claro al mismo tiempo. Entré en el ejército de liberación como soldado voluntario y muero muy cerca ya de la victoria y del objetivo. Felices aquellos que van a sobrevivirnos y disfrutar de la dulzura de la libertad y de la paz de mañana. Estoy seguro de que el pueblo francés y todos los combatientes de la libertad sabrán honrar nuestra memoria dignamente. En el momento de morir, declaro que no tengo ningún odio contra el pueblo alemán ni contra nadie, cada uno tendrá lo que merezca como castigo o como recompensa. El pueblo alemán y todos los pueblos vivirán en paz y en fraternidad después de la guerra, que ya no durará mucho tiempo. Felicidad para todos… Tengo un pesar profundo por no haberte hecho feliz, habría querido un hijo tuyo, como tú siempre querías. Te ruego por tanto que sin falta te cases después de la guerra y que tengas un hijo para mi felicidad, y para cumplir mi última voluntad. Cásate con alguien que pueda hacerte feliz. Todos mis bienes y todas mis cosas, te las dejo a ti, a tu hermana y a mis sobrinos. Después de la guerra, podrás hacer valer tu derecho a una pensión de guerra como mi esposa, porque muero como soldado regular del ejército francés de la liberación.
Con la ayuda de amigos que querrán honrarme, harás editar mis poemas y mis escritos que merezcan ser leídos. Dales recuerdos míos, si es posible, a mis padres en Armenia. Moriré con mis 23 camaradas muy pronto, con el valor y la serenidad de un hombre que tiene la conciencia muy tranquila pues, personalmente, no he hecho mal a nadie y si lo he hecho, lo hice sin odio. Hoy, hace sol. Mirando al sol y a la bella naturaleza que tanto he amado, diré adiós a la vida y a todos vosotros, mi muy querida esposa y mis muy queridos amigos. Perdono a todos los que me han hecho daño o que hayan querido hacérmelo, salvo al que nos ha traicionado para salvar su piel y a los que nos han vendido. Te abrazo muy fuerte, a tu hermana y a todos los amigos que me conocen mucho o poco, os abrazo a todos de todo corazón. Adiós. Tu amigo, tu camarada, tu marido.
Manouchian
Posdata : tengo quince mil francos en la maleta de la calle Plaisance. Si puedes, cógelos, salda mis deudas y dona el resto a Armenia.