viernes, 31 de octubre de 2014

" La crítica se eleva a delito en Turquía" por Michael Rubin.


He escrito en numerosas ocasiones de Turquía y su guerra a los medios de comunicación y la libertad de expresión. Turquía es ya "la cárcel de periodistas más grande del mundo", según la organización Reporteros sin Fronteras.

Durante los últimos meses, el Presidente Erdoğán se ha pasado los últimos meses de enfrentamiento en enfrentamiento desde que los turcos se valieron de los portales en la red y las redes sociales para contar y debatir las grabaciones que sugieren que sus parientes y él habrían malversado fondos públicos al ritmo de 1.000 millones de dólares.

Por desgracia, con Erdoğán blindado en la presidencia y la oposición en gran medida sometida, Erdoğán lleva ahora su campaña contra los medios y la libertad intelectual al siguiente nivel. Como afirma “el demócrata radical”, una bitácora que sigue de cerca los asuntos que afectan a la libertad de prensa en Turquía y que a menudo publica la primicia de las amenazas nuevas y tangibles a la libertad de expresión en aquel país:

La draconiana regulación de internet en Turquía se agrava una vez más con una nueva batería de reformas que incorpora nuevas medidas contra la libertad de expresión en Turquía. Con anterioridad el gobierno ya había tratado de amordazar a las masas mediante medidas de censura, control de los ciudadanos activos en la red, el bloqueo del acceso a los portales y hasta registros de las sedes de los portales de información. La "novedad" más reciente de las leyes contra la libertad de expresión en la red es el proyecto de ley de ordenación más reciente, que eleva hasta los cinco años de cárcel la difusión de comentarios que critiquen al Estado en internet.

La cuestión va más allá simplemente de las redes sociales y la crítica en papel, sino que se extendería más bien a los lemas exhibidos durante las manifestaciones:

El alcance de la nueva ley no se limita al ámbito digital público, sino que también hace problemática la visibilidad de la oposición de las organizaciones civiles en la calle. Los lemas adoptados por los colectivos críticos en las manifestaciones ya han fruncido muchos ceños hasta la fecha, y con la nueva ley se consideran un delito. El nuevo código también vulnera la inmunidad diplomática de los políticos, al permitir que sean procesados también en caso de amenaza a soldados, altos funcionarios, agentes del orden, gobernadores, etc. Las penas de cárcel serán elevadas probablemente hasta los cinco años, dependiendo del grado de "actividad delictiva".

Para agravar las cosas, la nueva ley limita el margen de la defensa legal de los acusados de criticar al Estado. Bienvenidos a la nueva Turquía, un país empeñado en quedar por debajo de Irán, Cuba, Bielorrusia, Azerbaiyán o Bajréin en las clasificaciones internacionales según libertad de prensa.

http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/187903/la-critica-se-eleva-a-delito-en-turquia#.VFPo-PmG9bw

Una iglesia armenia en las orillas del Jordán: SAN GARABED !



A finales de octubre, la nueva Iglesia Armenia de San Garabed será consagrada en Jordania, a orillas del río Jordán. Lo ha anunciado el Patriarcado Armenio Apostólico de Jerusalén, en un comunicado enviado a la Agencia Fides.

El terreno en el que se encuentra la iglesia, no muy lejos del lugar que tradicionalmente se conoce como el sitio del bautismo de Jesús - refiere la prensa el comunicado - fue donado por el rey Abdullah II de Jordania, como ha sucedido en el caso de otras iglesias construidas a orillas del Jordán.

El jueves, 30 de octubre serán bendecidas las pinturas de la iglesia - construida siguiendo los cánones arquitectónicos típicos de los lugares de culto armenios - y se consagrará la pila bautismal.

Al día siguiente, el Patriarca armenio de Jerusalén, Nourhan Manougian, presidirá la celebración litúrgica de consagración, a la que han sido invitados el rey Abdullah y otros miembros de la familia real. .

En 2016 Karabaj estará libre de minas terrestres.



El programa de desminado de Nagorno Karabaj concluirá en 2016, informó la oficina armenia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).

Después del cese de las hostilidades en Karabaj y la firma de un alto el fuego entre Armenia y Azerbaiyán, en 1994, las minas seguían siendo la principal causa de la muerte de entre 35 y 40 ciudadanos al año. Una de cada tres víctimas era menor.

En la actualidad, un 5% del territorio karabají está minado lo que provoca la muerte de unas cinco personas cada año.
El desminado de estos territorios requiere grandes esfuerzos porque se trata, en primer lugar, de zonas boscosas y montañosas de difícil acceso, según la USAID.

Gracias a la labor de la USAID, desde el año 2000 en Nagorno Karabaj fueron neutralizados más de 67.000 artefactos explosivos.