sábado, 29 de agosto de 2015

Borussia Dortmund no puede ir a jugar a Azerbaiyán con un futbolista armenio.



El centrocampista armenio del Borussia Dortmund Henrykh Mkitaryan podría perderse el partido que su equipo deberá disputar en Azerbaiyán en la Europa League por un conflicto diplomático, informó este viernes la prensa alemana.

El Dortmund debe jugar el 2 de octubre contra el FC Qabala en partido de la fase de grupos de la Europa League.

Según el diario Bild, Mkhitaryan ha visto rechazada su petición de visado por parte de las autoridades azerbaiyanas.

"Esperamos que no ocurra. Henrykh es un jugador super importante para nosotros por sus brillantes prestaciones de las últimas semanas", declaró el portavoz del Dormtund Sascha Fligge al canal de la televisión alemana Sport1.

La web azerisport.com informó que Mkhitaryan violó la ley azeri,al viajar en el 2011 a Nagorny-Karabakh, región que causó una guerra entre Armenia y Azerbaiyán entre 1988 y 1994.

Según esta misma suerte, el internacional armenio podría ser detenido a su llegada a la capital Bakú.

viernes, 14 de agosto de 2015

EL FIN DEL IMPERIO OTOMANO Y EL CAÓTICO NACIMIENTO DE TURQUÍA


La figura de Mustafá Kemal (“el perfecto”) Atatürk (“padre de los turcos”) es controvertida. Nacido en 1881 en Salónica, en 1905 se graduó como oficial de infantería en la Academia Militar de Estambul. Sus inquietudes políticas le llevaron a fundar en 1906 la sociedad secreta “Patria y libertad”, cuyo principal objetivo era la transformación de un Imperio Otomano en declive, por su extensión excesiva y su carácter multinacional, en un moderno Estado basado en el nacionalismo turco.

Otra agrupación con objetivos similares era el “Comité de la Unión y el Progreso” (CUP), movimiento conocido como los “Jóvenes Turcos”, en el que Mustafá Kemal también desempeñó un papel clave. En 1909 los Jóvenes Turcos forzaron la abdicación del Sultán Abdul Hamid II a favor de su hermano Mehmed V, convertido en un títere en manos de los líderes del CUP: Mehmet Talat, Ministro del Interior y Gran Visir, Ismail Enver, Ministro de la Guerra, y Ahmed Cemal, Ministro de Marina.

Ese triunvirato, conocido como “los tres Pachás” (Comandantes), gobernó autoritariamente el Imperio a partir de 1913, lo llevó a la I Guerra Mundial como aliado de los Imperios Centrales, y jugó un papel fundamental en la masacre armenia. Pero regresando a Atatürk, al comienzo de la Guerra le fue asignado el mando de la 19 División, al frente de la cual defendió con éxito la península de Gallipoli del desembarco aliado de febrero de 1915. De allí Mustafá Kemal salió con el título de Pachá y aclamado como un héroe nacional.

Tras la capitulación otomana en octubre de 1918, las potencias vencedoras se lanzaron sobre los restos del Imperio, estableciendo diversas zonas de ocupación por el Tratado de Sèvres de 10 de agosto de 19205. Este acuerdo preveía un Imperio Otomano limitado a Estambul y la zona de Anatolia en torno a Ankara, mientras que gran parte del nordeste de la Actual Turquía se asignaba a la República Democrática de Armenia, y se contemplaba la formación de un Estado kurdo al sureste.

Este Tratado fue rechazado por los nacionalistas liderados por Mustafá Kemal, que en julio de 1919 habían convocado el primer Congreso Nacional Turco en Erzurum, convertido en la Gran Asamblea Nacional Turca de Ankara en abril de 1920. En la actual capital turca se formó un gobierno alternativo al del nuevo Sultán Mehmed VI en Constantinopla, que derrotó a las potencias ocupantes en la llamada Guerra de Independencia y proclamó la República de Turquía el 29 de octubre de 1923.

Repasando la evolución de la guerra por zonas, en el sur se produjeron enfrentamientos con los franceses en torno a Gaziantep, hasta que Francia e Italia abandonaron las regiones sureñas en octubre de 1921, legitimando de facto a la Gran Asamblea Nacional. Por lo que respecta a Grecia, la Megali Idea llevó a Atenas a entrar en la I Guerra Mundial a favor de la Entente, con la intención de recuperar todos los territorios que habían pertenecido al Imperio Bizantino hasta su caída en 1453.
En consecuencia, en mayo de 1919 los griegos ocuparon la región de Esmirna (Izmir) y, aprovechando las disputas entre los gobiernos de Constantinopla y Ankara, en verano de 1920 lanzaron una ofensiva para ocupar la Turquía europea y conquistar el centro de Anatolia.

En mayo de 1921 los aliados declararon su neutralidad en el conflicto, dejando a Grecia sola frente a las reorganizadas fuerzas de Mustafá Kemal.
Las batallas de Sakarya (agosto-septiembre de 1921) supusieron el esfuerzo postrer de Grecia por avanzar hacia Ankara. Tras fracasar las negociaciones para un repliegue pacífico, el 26 de agosto de 1922 los turcos pasaron a la ofensiva en la zona de Afyon, provocando el inmediato derrumbe de todo el frente griego que se extendía unos 500 km., hasta reconquistar Izmir el 9 de septiembre.

Las consecuencias humanitarias fueron muy graves: en la ocupación inicial de Esmirna los griegos cometieron toda clase de tropelías contra la población turca, y en la retirada final siguieron una política de tierra quemada destruyendo todo a su paso; por su parte, tras la caída de Izmir los turcos masacraron a la población griega y a los armenios que se habían refugiado en la zona durante la I Guerra Mundial, en un episodio conocido en Grecia como “Catástrofe de Asia Menor”.

En octubre de 1922 comenzaron las negociaciones de paz, que culminaron el 24 de julio de 1923 con la firma del Tratado de Lausana, por la que se establecieron las fronteras actuales entre Bulgaria, Grecia y Turquía. Además, se inició un proceso de intercambio de población por el que unos 1,6 millones de griegos abandonaron Turquía y unos 600.000 turcos abandonaron Grecia. Lausana anuló el Tratado de Sèvres, por lo que el previsto Estado kurdo no llegó a existir, dando lugar a un conflicto en el sureste de Anatolia que continúa en nuestros días.

En la nueva República de Turquía, Atatürk dispuso el reemplazo del alfabeto árabe por el latino, cerró las escuelas coránicas, introdujo un nuevo código civil inspirado en el suizo, instauró el código del vestido prohibiendo el uso del tradicional fez, exhortó a que la población turca adoptara apellidos frente a la tradición árabe, los imanes pasaron a ser designados por el gobierno, introdujo reformas en las leyes de género concediendo el voto a la mujer, proclamó el domingo como día de descanso, y sustituyó el calendario musulmán por el calendario gregoriano.

Esas fueron muestras, para algunos, del surgimiento de un Estado secular y democrático bajo la égida de Mustafá Kemal. Sin embargo, sus críticos recuerdan que también se instauró un sistema de partido único (el “Popular Republicano”), que el Estado era omnipresente en todos los ámbitos, que el nacionalismo turco impregnó la legislación para tamizar las diferencias étnicas, y que se instauró un asfixiante culto a la personalidad de Atatürk aún presente en la Turquía actual.

Reconocimiento histórico de un crimen de lesa humanidad por Carmen Victoria Montes.

El 24 de abril de 2015, se cumplieron 100 años genocidio de Armenia, calificado por muchos historiadores como el primero del siglo XX. Se estima que cerca de un millón y medio de armenios perdieron sus vidas, al llevarse a cabo actos de limpieza étnica, por parte del Imperio Turco-Otomano. Esta matanza ha sido olvidada de la historia mundial y muchas personas desconocen el exterminio sufrido por este pueblo y la impunidad que aún persiste.


La República de Armenia se encuentra ubicada en el sur del Cáucaso. Este país fue el primero en declarar el cristianismo como religión oficial en la segunda mitad del Siglo III. Comparte frontera al oeste con Turquía, al norte con Georgia, al este con Azerbaiyán y al sur con Irán y la República Autónoma de Najicheván de Azerbaiyán. Los armenios vivieron sometidos al yugo del Imperio Otomano desde 1375 hasta la creación de la República en 1918. Los otomanos disputaban el control del territorio con la Rusia Zarista y los Persas.

El contexto internacional presente en 1915, año que inicia la masacre contra el pueblo Armenio,fue la Primera Guerra Mundial y el derrumbe del Imperio Otomano, también conocido como Imperio turco otomano. En Turquía un grupo de oficiales llamados los Jóvenes Turcos, que luego se autodenominó Comité de Unidad y Progreso, se unió a Alemania para combatir a los Aliados. La propaganda turca de ese entonces mostraba a los armenios como saboteadores y como una "quinta columna" al servicio de los rusos. Bajo estas consideraciones el pueblo Armenio (cientos de intelectuales, religiosos, profesionales y ciudadanos destacados),fueron sujetos a deportaciones, expropiaciones, secuestros, tortura, masacre e inanición. La gran mayoría de la población Armenia fue forzosamente removida desde Armenia y Anatolia a Siria, donde una gran parte de la población fue enviada al desierto para morir de hambre y sed. Mujeres y niños fueron raptados y brutalmente abusados. Toda la riqueza del pueblo Armenio fue expropiada. Después de menos de un año de calma al final de la Primera Guerra Mundial, las atrocidades contra el pueblo Armenio fueron reanudadas entre 1920 y 1923, donde los restantes armenios fueron víctimas de más masacres y expulsiones.

Sobre el genocidio Armenio, existen testigos que afirman haber presenciado las deportaciones y las atrocidades cometidas contra el pueblo Armenio, entre ellos, destacan diplomáticos y ciudadanos de los Estados Unidos, Alemania, Rusia, árabes de Siria. Igualmente oficiales turcos fueron testigos de la masacre mientras tomaban parte de ésta. Dieron sus testimonios bajo juramento en los tribunales de posguerra donde se sometió a juicio a los Jóvenes Turcos, organizadores del Genocidio Armenio.

La Comunidad Internacional también ha reconocido esta matanza como un genocidio. Hasta la fecha más de 22 países del mundo han expresado su reconocimiento entre ellos, Argentina, Bélgica, Bolivia, Canadá, Chile, Chipre, Francia, Grecia, Italia, Líbano, Lituania, Holanda, Polonia, Rusia, Eslovaquia, Suecia, Suiza, Uruguay, el Vaticano y Venezuela. Uruguay fue el primer Estado en reconocer la causa del pueblo de Armenia, en 1965.

El Papa Francisco condenó recientemente el crimen y lo calificó como el primer Genocidio del Siglo XX y “una tragedia inaudita”. Esta condena generó ataques verbales y amenazas por parte del gobierno turco de Tayyip Erdogan, quien considera que no existen pruebas que vinculen al Imperio Otomano con el exterminio de la población armenia.

De la misma manera las Naciones Unidas, parlamentos nacionales y regionales se han unido a la causa del pueblo Armenio.

-En 1985 la Subcomisión de Derechos Humanos de la ONU reconoció el Genocidio Armenio, como un crimen de lesa humanidad. Los crímenes de guerra y de lesa humanidad no prescriben, es decir, no cesa la responsabilidad penal por el transcurso del tiempo.

- El presidente del Parlamento alemán, Norbert Lammert, reconoció, en el mes de abril de 2015, el "genocidio" armenio, utilizando por primera vez ese término para calificar los hechos impulsados por el Estado turco contra la población armenia. Lammert se refirió a la muerte de millón y medio de armenios en 1915 como "crimen masivo" y "limpieza étnica" en la que reconoció además la responsabilidad alemana como aliada de Estambul.

- El Parlamento Latinoamericano (Parlatino), aprobó el viernes 31 de julio de 2015, casi por unanimidad (solo una abstención), una resolución de reconocimiento del Genocidio Armenio. Este nuevo reconocimiento del crimen de lesa humanidad perpetrado por el Estado turco, se suma a las resoluciones aprobadas por parlamentos sudamericanos durante este año, como es el caso de la Cámara de Diputados de Chile, el Senado Federal de Brasil y la Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro.

Por su parte, los países que no utilizan el término genocidio para referirse a las matanzas contra los armenios son: Israel, Estados Unidos, Reino Unido y España.

Turquía, como heredera política del Imperio Turco Otomano es señalada como responsable de la matanza, pero este país se niega a reconocer que haya sido un genocidio y los interpreta como un capítulo más en el contexto de la Gran Guerra, que había comenzado en 1914. Las autoridades turcas aceptan que se cometieron atrocidades, pero rechazan que hubiese la intención sistemática de destruir a los cristianos armenios. De hecho, afirman que muchos turcos musulmanes también murieron durante lo que definen como el caos de la guerra.

Cabe destacar que el genocidio tiene graves implicaciones legales ya que obliga a Turquía a castigar a los responsables, si están vivos (no es el caso actual); reconocer formalmente el crimen; e indemnizar a las víctimas. El Estado turco estaría obligado internacionalmente a asumir la responsabilidad de los hechos. El artículo número dos de la Convención sobre Genocidio de 1948, de la Organización de Naciones Unidas, describe genocidio como las acciones llevadas a cabo con la intención de "destruir, total o parcialmente, una nación, una etnia, raza o grupo religioso".

El reconocimiento efectuado por algunos países al genocidio Armenio ha generado el rechazo por parte de Turquía. El gobierno turco retiro a su embajador en el Vaticano y acusó al Papa de "discriminar en el sufrimiento de las personas". El canciller de Turquía, Mevlüt Çavusoglu, expresó al respeto: “El Papa desestimó las atrocidades que turcos y musulmanes sufrieron durante la Primera Guerra Mundial y sólo resalta el sufrimiento de los cristianos, especialmente de los armenios.

Años previos, el gobierno Turco también había reaccionado contra la posición de Francia y los Estados Unidos en este tema. En 2006, Turquía condenó la posición del parlamento de Francia, el cual aprobó una propuesta para declarar como crimen la acción de rechazar el "genocidio" armenio. En 2012, la propuesta se convirtió en ley, pero fue suspendida por el más alto tribunal constitucional de Francia.

De la misma manera en marzo de 2010, el embajador turco fue llamado por su país en protesta por la decisión del congreso estadounidense de aprobar una resolución que tipifica los sucesos como "genocidio". El gobierno de Barack Obama objetó esta iniciativa y solicitó que la resolución no fuese aprobada por el Congreso.

La República de Turquía y la República de Armenia firmaron un acuerdo en octubre de 2009, para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y la reapertura de su frontera común, aún no concretado, sin embargo tanto el gobierno de Armenia, como la diáspora dispersa en países como Francia, Rusia, Líbano, EEUU, Argentina y las instituciones como el Consejo Nacional Armenio, continúan su lucha incansable para tratar de sensibilizar al mundo sobre esta causa.

La Comunidad Internacional debe continuar apoyando a Armenia en su lucha por el reconocimiento del genocidio del que fueron víctima por parte de Turquía. Es importante que los organismos internacionales de integración tales como: la Unasur, la Celac, Mercosur y la ALBA, se unan al reconocimiento efectuado por mas de 22 países, además del Parlamento Alemán y el Parlamento Latinoamericano, entre otros. Es difícil que la Organización de las Naciones Unidas (ONU), obligue con una Resolución a Turquía a reparar esta deuda histórica, pues como es bien conocido por muchos de nosotros, este país es aliado tradicional de EE.UU en Oriente Próximo y miembro de la OTAN, por lo que cualquier sanción sería vetada.

En la actualidad las relaciones internacionales y la geopolítica internacional se han reconfigurado. Los países que históricamente han sido objeto de injusticias, despojos e intervenciones, como lo ocurrido en Armenia, encuentran cada vez mas la solidaridad de países dispuestos a hacerle frente a los atropellos de los países imperialistas, a fin que se imponga la legalidad internacional, cese la impunidad y se respete el derecho internacional.

Carmen Victoria Montes


http://www.aporrea.org/ddhh/a212087.html

miércoles, 5 de agosto de 2015

La Política de Turquía es la generalización del genocidio armenio contra Oriente Medio.



El propósito:

1. Salvar al ISIS. 2. Evitar el triunfo de la revolución de Rojavá. 3. Perpetuarse en el poder: estos son los tres objetivos principales del Gobierno Turco al atacar al PKK y desatar un “genocidio político con el disfraz de la lucha contra el ISIS. Todo apunta a garantizar que Jarablus no caiga en manos de las milicias populares de las YPG/YPJ.
Los ataques contra el pueblo kurdo y la supuesta “guerra contra el ISIS” de Occidente y las potencias regionales, han sufrido en los últimos días graves cambios debido a la entrada en escena, ya sin ropajes ni máscaras, del Estado turco y su aparato militar, pieza clave del imperialismo en la región. ¿Cuál es su gravedad? ¿Cuáles los desenlaces? ¿Qué cambios se prevén? ¿Por qué reacciona de esta manera? ¿Cuáles son los actores en juego y cuáles sus intereses? Estas preguntas trataremos de despejar en las siguientes líneas, acompañándonos de una breve cronología con los hechos políticos y militares más destacados de los últimos meses que muestran a las claras que la política actual de Turquía es una repetición del genocidio contra los armenios, griegos y asirios, crimen que a 100 años de su inicio sigue sin ser condenado en instancias internacionales.

La Turquía anterior al 7 de junio

El 21 de marzo de 2013, Abdulláh Öcalan, líder del pueblo kurdo y presidente del PKK (Partido de los Trabajadores de Kurdistán) emitió un mensaje a los pueblos kurdo y turco desde la isla-prisión de Imrali (Turquía) donde se encuentra prisionero hace 17 años. En el mensaje convocaba a la guerrilla a silenciar los fusiles mediante un alto al fuego unilateral que posibilitara abrir mayores canales de diálogo con el Estado turco en pos de resolver la cuestión kurda mediante canales democráticos que permitan superar los 30 años de guerra que se han cobrado más de 40.000 vidas.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogán, nunca permitió que los diálogos con el Movimiento de Liberación de Kurdistán fueran más allá de intercambios exploratorios, y de un modo u otro siempre obstaculizó el establecimiento de una mesa de negociaciones legal y formal, buscando de este modo obtener el "visto bueno" y los votos que pueden inspirar las gestas pacifistas, sin permitir al mismo tiempo que las fuerzas democráticas, populares y de izquierda kurdas y turcas se fortalezcan en el diálogo y el escenario político.

De todos modos, durante los últimos dos años los amplios movimientos civiles y sociales kurdos y sus partidos políticos hicieron grandes avances, no sólo en los más de 100 municipios donde gobiernan, sino también en lograr construir el Partido para la Democracia de los Pueblos (H.D.P. por sus siglas en turco), una plataforma que agrupa a todas las expresiones étnicas, nacionales, sociales, de género, culturales, religiosas que son oprimidas en Turquía, en una síntesis democratizadora, con fuerzas de izquierda, antiimperialistas, anti patriarcales y socialistas. Esta plataforma política fue la que permitió al HDP lograr el restrictivo "piso" del 10%, y entrar al Parlamento con 81 diputadas y diputados en las elecciones del pasado 7 de junio.

Los millones de votos logrados por el HDP fueron una gran hazaña por dos razones principales: por un lado debido a que así impidieron que el gobernante conservador-islamista AKP (Partido de la Justicia y el Desarrollo) lograra una mayoría que le permitiría gobernar solo, con planes de modificar la constitución en pos de un régimen presidencialista. Y por el otro lado porque lograron alcanzar un 13% de los votos en una campaña plagada de censura, irregularidades, mas de 70 atentados con bombas a sus actos e incendios de locales partidarios.

El Gobierno ya se preparaba para la represión, el 26 de marzo había aprobado un paquete de medidas de seguridad interna, que aumentaba la impunidad de las fuerzas de seguridad, y daban cubierta a las detenciones masivas y arbitrarias, como a la represión civil con armas de guerra y estados de excepción.

La derrota electoral del AKP no le ha permitido hasta ahora formar gobierno, constitucionalmente debe llegar a un acuerdo con los otros partidos y la oposición antes de mediados de Agosto, sino las elecciones deberían repetirse en noviembre.

O sea que el Gobierno interino (que parece encaminado hacia un régimen más autoritario) está sumergiendo a Turquía en al menos dos guerras: la de Siria y la interna.

Ola de derrotas del ISIS en el norte del Siria

El 26 de enero, luego de más de 4 meses de resistencia, las milicias populares -mayoritariamente kurdas- YPG y YPJ (Unidades de Defensa del Pueblo y Unidades de Defensa de las Mujeres) informaron al mundo sobre la total liberación de la ciudad de Kobanê, tras lo cual comenzó una campaña de contraofensivas multilaterales por parte de las milicias populares que se están infringiendo durísimos golpes al ISIS (autoproclamado Estado Islámico).

Desde el cantón autónomo de Cezîre, extremo noreste de Siria, lanzaron la gran operación "Comandante Rubar Qamishlo", consistente en una serie de ataques concentrados en dirección oeste hacia el centro-norte de Siria, buscando aniquilar las posiciones del ISIS en toda la frontera con Turquía, al mismo tiempo que desde el cantón de Kobanê se lanzó la operación "Comandante Gelhat" avanzando en dirección este. El objetivo de ambos operativos de las YPG era encontrarse, unificando los cantones, en Gire Spî (en árabe Tel Abyad), ciudad en frontera con Turquía.

El 15 de junio, luego de cercar la ciudad fronteriza con Turquía, finalmente lograron su total liberación, logrando un doble propósito: por un lado romper el aislamiento del cantón de Kobanê, al que Turquía impuso un durísimo bloqueo y embargo, y por el otro cortar los importantes suministros de armas pesadas, municiones, combatientes, alimentos y otros que el Estado, inteligencia y el ejército Turcos brindaban al ISIS por la libre.

A partir de esta importante victoria, las milicias de las YPG comenzaron una compleja operación en dirección sur hacia al-Raqqa, capital y centro neurálgico del Estado Islámico en Siria, de la que hoy en día se encuentran a unos 30 kilómetros.

Al mismo tiempo en la importante ciudad de Haseke, ubicada al sur del cantón de Cezîre, se intensificó nuevamente la guerra, en un complejo escenario donde combaten conjuntamente (aunque con muchos roces) el ejército oficial de Siria y las milicias de las YPG al ISIS. Las YPG tendieron un cerco completo de 24 km alrededor de la ciudad, y el 28 de julio acabaron con las operaciones de limpieza para terminar con las pocas fuerzas que restaban del ISIS en el último distrito que les queda en la ciudad. Los mercenarios perdieron gran cantidad de combatientes allí, y las YPG han recuperaron una importante y vital variedad de armamento liviano.

La batalla más significativa

Entre el cantón Autónomo de Afrîn, ubicado en el extremo noroeste de Siria y el cantón de Kobanê, se encuentra una región que aún está dominada por las bandas del ISIS. La ciudad principal es Jarablus, único punto de contacto en frontera que mantiene viva la esperanza de sobrevivencia del ISIS, pues desde allí Turquía le provee gran cantidad de combatientes que entrenan en la ciudad turca de Konya, armamento, dinero y negocios.

Es el avance de las YPG en esta dirección una de las principales razones de los acontecimientos de la última semana (20 al 27 de julio de 2015). Su liberación significaría al mismo tiempo la casi unificación territorial de los tres cantones autónomos que constituyen Rojavá (Afrîn, Kobanê y Cezîre) y la pérdida definitiva de contacto directo entre el Estado Islámico y su principal sostén el Estado Turco. Esto último significaría la asfixia del ISIS, que ya no podría realizar avances como lo ha hecho en Iraq.

En este momento las YPG han tomado -luego de tres semanas de cerco- la ciudad de Sîrîn (Sarrin), donde terminaron de limpiar los pocos puntos urbanos donde resistían un puñado de miembros del ISIS desde la ofensiva de las últimas dos semanas, allí se han incautado enormes cantidades de armamento.

De este modo la frontera actual entre Jarablus y Kobanê está constituida por el río Eúfrates.

Con todos estos acontecimientos en marcha, el copresidente de la Unión de Comunidades de Kurdistán (dirección del Movimiento de Liberación de Kurdistán), Cemil Bayik, desde las montañas de Kandil afirmaba que la revolución de Rojavá está entrando en una segunda etapa estratégica, que es la de consolidar la lucha por una Siria libre y democrática, mediante nuevas relaciones y alianzas (cada vez hay más milicias populares árabes, asirias y otras, que combaten en conjunto con las milicias kurdas). La bancarrota del ISIS y su progresivo aniquilamiento por parte de las fuerzas populares (hasta ahora sólo han derrotado al ISIS significativamente las YPG e YPJ) abre el panorama político del realineamiento de las fuerzas democráticas y populares en todo el territorio sirio en función de un claro horizonte plurinacional, antiterrorista y antiimperialista.

El atentado de Suruç el 20 de julio y la propuesta turca de una “zona de amortiguamiento del conflicto” en Siria

El 20 de julio una trágica noticia recorrió el mundo: en medio de una conferencia de prensa en Suruç -ciudad vecina a Kobanê del lado turco- una bomba acabó con la vida de 32 jóvenes e hirió a otros 100. Estos jóvenes conformaban una brigada solidaria de la Federación de Asociaciones Juveniles Socialistas de Turquía, que hacía dos días esperaban un permiso para cruzar la frontera hacia Siria con el objetivo de realizar tareas solidarias en el marco de la Plataforma de Reconstrucción de Kobanê. Eran jóvenes solidarios que hacían una conferencia de prensa para protestar pues el Gobierno del AKP no les permitía el paso.

Luego del atentado la policía reprimió a los activistas que auxiliaban a los heridos y los llevaban hacia los hospitales.

Inclusive el Partido Republicano turco nacionalista (CHP) planteó que detrás del atentado estaban los servicios de inteligencia turcos.

Mientras el Estado turco culpó a ISIS del atentado, el ISIS nunca reivindicó la acción. Son muchas voces las que afirman que fue el mismo AKP quien infiltró al joven suicida.

Los objetivos que tendría el Estado turco para cometer tan horrendo crimen son nefastos:

Atemorizar a los movimientos sociales y políticos, nacionales e internacionales, que hacen brigadas solidarias y a los periodistas independientes, medios populares y activistas que viajan a Kobanê y Rojavá para informar sobre la lucha y la revolución para que no lo hagan más. Baste decir que la comandante de las YPG fue recibida hace un mes por el Parlamento de Italia, y que muchos Eurodiputados de izquierda han viajado hasta Rojavá para conocer y denunciar la situación.
Convertir a estos jóvenes masacrados en la excusa para desatar una ola represiva al interior de Turquía, sembrando confusión, encarcelamientos masivos, desapariciones, censurando los medios de comunicación (97 páginas de noticias vinculadas a la cuestión kurda, al igual que Twitter y Facebook están en estos días totalmente bloqueados en Turquía), cuestión que le sirve a su vez para debilitar al HDP de cara a la repetición de las elecciones en Turquía en pocos meses.
En conjunto con lo anterior bombardear al PKK en Iraq, rompiendo por completo el alto al fuego que se sostenía desde 2013.
Apurar el acuerdo con los norteamericanos en función de intervenir abiertamente en territorio sirio en Jarablus y alrededores (montar la "zona de amortiguamiento"), con la excusa de combatir al Estado Islámico, pero con el objetivo preciso de sostener el corredor mediante el cual lo alimentan, y no permitir que las milicias de las YPG limpien completamente el norte de Siria del ISIS que ha perpetrado tantas masacres y crímenes contra la humanidad.
El destacado periodista kurdo Amed Dicle apunta que la propuesta turca de “una ‘zona de amortiguamiento del conflicto’ es un plan para proteger al ISIS y evitar que sufra un colapso debido al aislamiento. El objetivo es mantener el tráfico AKP-ISIS en la región. ¡No existe otro motivo! Al apoyar al ISIS, los turcos buscan el avance de las fuerzas terroristas en Alepo, respaldarles y proporcionar una base para los ataques del ISIS, estableciendo su propia hegemonía política y comercial. El otro motivo para controlar Jarablus es tener a los kurdos y a la oposición democrática siria bajo control. Esto conlleva a la continuación de la guerra en Siria y la progresión del caos actual.”

El “genocidio político” del Estado turco y los bombardeos contra el PKK. Turquía ataca a los enemigos del ISIS

Todas las instituciones, movimientos sociales, fundaciones, partidos políticos, asociaciones civiles y demás de Kurdistán Norte (Turquía), liderados por el HDP comenzaron a planificar acciones de protesta por el atentado de Suruç.

El día 23 comenzó una escalada represiva, con allanamientos, militarización excesiva, y detenciones arbitrarias de militantes, simpatizantes y activistas democráticos, de izquierda y/o kurdos. La actividad central sería el sábado 26, convocada por el HDP en Estambul. Inmediatamente la gobernación de Estambul prohibió la manifestación.

Todas estas maniobras fueron justificadas por el AKP y el Estado turco como política "antiterrorista" en el marco del atentado en territorio propio (Suruç), o sea, un autoatentado que le permite intervenir en Siria y desatar una represión atroz contra los sectores militantes y activistas en Turquía y Kurdistán.

Desde el día anterior (25 de julio) habían comenzado los bombardeos de los bombarderos F-16 turcos en las montañas de Kandil, Hakkari y Zagros (norte de Iraq y sudeste de Turquía) que se han mantenido, junto con las operaciones militares en territorio turco, y los bombardeos a posiciones de la guerrilla con morteros, obuses, tanques y artillería.

Todos estos bombardeos genocidas y desesperados están causando graves incendios por doquier que fuerzan a los campesinos a desplazarse, además de haber matado a al menos a 10 civiles, unos 4 guerrilleros (entre ellos un comandante).

Por su parte la guerrilla asumió como finalizado el alto al fuego, aunque las operaciones que comenzó a desplegar en diversas regiones del sudeste de Turquía aún no las considera "de guerra" sino "de advertencia y defensivas", atacando puestos y vehículos militares, algunos destacamentos de policía y logísticas militares. También transcendió que habrían derribado un avión o helicóptero turco (en kurdo se dice igual, y la prensa no ha levantado la noticia). Muy probablemente aparezcan más muertos del ejército y la policía turca, pues es un juego repetido hasta el hartazgo por Turquía: asesinar a sus propios funcionarios para establecer una política de venganza ciega contra el PKK y sectores de oposición.

El 26 de julio, los "desaparecidos-secuestrados" suman más de 50 personas, debido al despliegue de fuerzas paramilitares oscuras vinculadas al AKP y a la inteligencia turca, en colaboración con el ISIS y grupos fascistas-islámicos como el Hezbolá turco y Huda Par.

Más de mil personas han sido detenidas y encarceladas, en el marco de lo que el Movimiento de Liberación de Kurdistán define como un “genocidio político”, que se acompaña con la aprobación por la Corte Criminal "de Paz" de Ankara de una censura generalizada a la prensa libre, que censuró oficialmente al menos 97 sitios de prensa e información.

Turquía alega que ISIS y PKK son lo mismo, pues son organizaciones terroristas. De esta manera se perfila una grave situación pues desde el AKP han afirmado que “los bombardeos no son puntuales, sino que continuarán”, según declaró el Primer Ministro Davutoglu al tiempo que celebraba los “450 misiles disparados contra 400 objetivos del PKK”. Lo que se avecina es el intento de Erdogan por "paquistanizar" Turquía, o sea, mediante la secreta alianza entre ISIS y Turquía, hacer que ISIS haga atentados terroristas en territorio turco, y el Estado Turco utilice al ISIS de chivo expiatorio para atacar al PKK y a las fuerzas populares y democráticas de Turquía de forma generalizada y sostenida en el tiempo. Algo similar a lo que los norteamericanos hicieron con los talibanes en 1980 contra Afganistán y que luego siguieron haciendo con Al Qaeda desde el 2001.

Ante los bombardeos de Turquía, Massoud Barzani, jefe del Gobierno Regional de Kurdistán de Iraq (histórico aliado de Estados Unidos, Inglaterra e Israel) habló por teléfono con Davutoglu y luego dijo públicamente “yo entiendo a Turquía. Qué pena que bombardeen al PKK, pero hay que entenderlos”. Pero la reacción de la Unión Patriótica de Kurdistán (el otro partido que comparte la dirección de la milicia peshmerga con el PDK de Barzani) lanzó un comunicado contra Turquía cuestionando los bombardeos “justo cuando el PKK, los peshmerga y otras fuerzas hemos logrado hacer un importante frente de lucha contra el terrorismo de ISIS”, y llamaba a las potencias europeas a frenar a Turquía en estas fechorías.

El acuerdo al que los norteamericanos han llegado con Turquía les permite la utilización de las bases militares aéreas de Turquía para operar contra el ISIS (cosa que los norteamericanos estaban reclamando desde 2003) y los norteamericanos a cambio harán la vista gorda, y "acompañarán" la política de establecer una "zona de amortiguación" del conflicto. Pero la diplomacia norteamericana se cuidó en titular esa política como "zona libre de ISIS".

La excusa turca es conseguir dónde albergar a miles de refugiados que llegan a su territorio desde Siria y que hoy día rondan los dos millones. Pero el objetivo es inyectar en la zona los más de 15.000 mercenarios que han entrenado en los últimos meses, y con la excusa de atacarle, darle aire, existencia y material al Estado Islámico.

Mientras la gran prensa mundial titulaba "Turquía inicia la guerra contra el ISIS", "Turquía se suma a la coalición anti-ISIS como Occidente reclamaba", Turquía se rasgaba las vestiduras por la bomba de Suruç, con lo que esconde debajo de esta cínica maniobra el respaldo más agudo al ISIS en el momento más crítico desde su surgimiento.

Poner el pecho a las bombas

Al mismo tiempo en el Kurdistán sur (Iraq) son numerosas las manifestaciones populares de protesta contra los bombardeos y en apoyo a las fuerzas del PKK. Este hecho no ha tenido cobertura internacional, pero miles de personas de diversas provincias y distritos de Kurdistán sur han iniciado una marcha desde la ciudad de Raniya hacia Kandil. Cientos de coches formaron caravanas desde Suleymaniyah, Erbil (Hewler), Kirkuk, Zaxo, Germiyan y Halabja reuniéndose posteriormente en el parque Gistî Baxe antes de partir hacia la ciudad de Senrgeser donde comenzaron una marcha hacia el pueblo de Enze, en Kandil.

La marcha estaba encabezada por encabezada por Tevgera Azadî (Movimiento por una Sociedad Libre de Kurdistán), el Movimiento de la Juventud Patriótica de Kurdistán, el Movimiento de Mujeres Libres de Kurdistán (RJAK) y con la participación de varios representantes de partidos políticos como UPK, Partido Socialista, GORAN, y Partido de la Unión Islámica de Kurdistán.

Este espíritu de apoyo al PKK difícilmente se hubiese expresado antes de los sucesos de 2014. Desde entonces el PKK ha ganado gran prestigio entre los kurdos de Iraq, sobre todo con su despliegue de fuerzas guerrilleras para defender las ciudades y su impensable gesta salvando a los yezidíes del Monte Sinjar (Shengal), lo que ha implicado que la política reaccionaria de Barzani quede cada vez más expuesta.

Ataque del ejército turco a las milicias kurdas de las YPG/YPJ en el norte de Siria: el objetivo en Jarablus

En medio de la confusión que el mismo Estado turco genera, mientras lanzaba unos pocos ataques aéreos contra ISIS (las YPG dicen que impactaron con unos pocos misiles algunas casas desocupadas), los tanques y artillería de frontera abrieron fuego contra unidades y vehículos de las YPG en Girê Spî (Tal Abyad) y en el poblado más cercano a Jarablus que controla la milicia kurda. ¿Fue un error? Los militares turcos declararon que ellos no tiraron los 7 cañonazos que impactaron cerca de Jarablus. Las YPG, que a raíz de este "error-advertencia" sufrieron heridas cinco milicianos, pusieron sobre aviso a Turquía de que si volvía a atacarles entonces utilizarían la legislación internacional vigente para defenderse de Turquía.

Si hacemos un análisis sensato, entonces debemos decir que la confrontación directa entre el ejército Turco y las YPG parece un asunto inevitable en los próximos 40 días. Y es precisamente a ello a lo que se dirigen todos los esfuerzos de Turquía:

Su plan es prepararse para intervenir directamente contra las YPG, socavando también sus bases de apoyo en Turquía, regando al ISIS por todas partes para confundir a la población y provocar heridos y muertos en las filas de los milicianos kurdos-sirios y el PKK.

El Congreso Nacional de Kurdistán también emitió un comunicado protestando por estos cañonazos, reclamando que “las YPG/YPJ se han mostrado como el más eficaz y eficiente actor para derrotar al Estado Islámico, por lo tanto se debe evitar que Turquía les ataque”.

Ahora todo se encuentra tensado entre los ejes de Jarablus, al tiempo que el ISIS es derrotado en Haseke y las YPG avanzan hacia el sitio de al-Raqqa. A su vez, la ofensiva turca avanza contra los kurdos en Turquía, junto a la disposición de traspasar la frontera con Siria para apoyar decididamente (aunque secretamente) al ISIS; otro factor de tensión es la situación interna de Turquía, y que Erdogan y Davutoglu buscan que estos “manotazos de ahogado” los salven sembrando caos y guerra con el objetivo de cosechar votos nacionalistas y aniquilar a la oposición política del HDP.

Al mismo tiempo Ankara está preparando grupos de turcomanos para enviar a Jarablus, para hacer una nueva fuerza islamista en Siria que responda a sus intereses, y no la puedan acusar del ser el ISIS.

Ante todo esto Siria llamó la atención a Turquía, pero con declaraciones del vicecanciller, mientras que en Irán hay diversas posiciones internas, entre quienes gustarían ver a los kurdos aniquilados, y quienes plantean que hay que evitar que Turquía ocupe un metro de Siria, hasta quienes plantean que hay que hacer una alianza con los kurdos. Esta posición también fue la expresada por el líder de los chiitas de Iraq, Ameri, que expresó su apoyo a la resistencia del pueblo kurdo y sentenció el 27/7: “En este momento Turquía continúa apoyando al ISIS”.

Las contradicciones internas de cada factor de poder hacen aún más determinante el papel de los medios de comunicación en la guerra. Mientras Rusia y Estados Unidos tienen a su interior diversas posturas, Irán, Siria y las diversas fuerzas de Iraq también. Algunos partidos de Turquía tienen las mismas crisis, al tiempo que Inglaterra, Alemania, Francia, se encuentran también algo inmovilizadas por sus diferencias internas, lo que les impide abordar la situación, aunque Alemania llamo firmemente a que continúen los diálogos de paz con el PKK.

El martes 28 se reunieron los embajadores ante la OTAN por pedido especial de Turquía. El objetivo de Turquía era conseguir menguar el apoyo de la coalición anti-ISIS a las fuerzas kurdas, presentándose como un actor más solvente. Sin dudas el apoyo aéreo de la coalición es una importante ventaja para las YPG, pero así y todo lo fundamental, antes y después de Kobanê, han sido las tropas en el terreno. Los yanquis ya han demostrado que su relación con los kurdos de siria es sólo táctica. Turquía consiguió el "visto bueno" a su supuesta participación contra el ISIS y sus duros ataques contra el PKK, en el marco de la más profunda crisis de su gobierno conservador-islamista.

El reclamo de libertad para Öcalan

En medio de la confusión sembrada y los distintos ataques, enfrentamientos y tensiones hay una cuestión fundamental que ocultan los grandes medios: desde el 5 de abril el Estado Turco ha impedido a la familia, los abogados y la delegación de paz ningún tipo de visita a Abdullah Öcalan. Esto es clave porque con sus mensajes él guía en buena parte la política del poderoso movimiento de liberación de Kurdistán. Hace un mes hubo un relanzamiento de la campaña por su liberación, impulsada por todo el pueblo kurdo, desde los barrios de Estambul hasta las montañas de Kandil. Recientemente un diputado del partido ultranacionalista MHP hizo una provocación al poner en tela de juicio si Öcalan se encuentra con vida.

No es un tema menor y no tener en estos momentos noticias de su principal líder es un chantaje enorme contra el pueblo kurdo. El temor por no saber su situación, sin duda afecta el conjunto de la situación, aunque no se hagan declaraciones al respecto.

La crisis política en Turquía y lo que vendrá

Como decíamos anteriormente la confrontación directa entre las YPG y el régimen turco parece inevitable en el futuro inmediato. Por mas intermediaciones que se pongan, se llamen ahora ISIS, mañana Ejercito de Turcomanos preparado por Turquía para Siria, en algún momento parece que esa rígida tensión va a estallar. Preparándose para tal ocasión, Turquía está construyendo zanjas y superfronteras fortificadas a lo largo del norte de Siria.

Mientras tanto compartimos las palabras que por estos días repiten los guerrilleros de las HPG en las montañas de Kandil: “el 25 de julio (día de inicio de los bombardeos) será recordado como el día que el AKP cometió su peor error político y militar”.

A diferencia de lo sucedido hace 100 años cuando masacraron a más de un millón y medio de armenios, esta vez las fuerzas populares y democráticas y sus autodefensas armadas constituyen una fuerte alternativa para no quedar a la merced del juego de las potencias extranjeras y regionales y sus intereses, por eso Amed Dicle se atreve a concluir: “Erdogan y sus seguidores serán al mismo tiempo recordados y derrotados en conjunto con el ISIS debido al apoyo que dieron a esos bandidos mercenarios”.