domingo, 6 de febrero de 2011

LEÓN VI DE ARMENIA Y SEÑOR DE MADRID.

En 1375, tras varias batallas y refugiado en la fortaleza de Kapan (Armenia), terminaba por rendirse, ante tropas muy superiores de mamelucos, el rey de los armenios León VI (1342-1393), llevado a El Cairo permaneció cautivo durante algunos años hasta que el rey castellano Juan I (1358-1390), en 1382, medió por su liberación mandando al sultán un presente:

‘E enviole con sus mensajeros, escarlatas las mejores que pudo aver, e peñas grises e veras, e falcones gerifaltes, e otras joyas de oro y plata muy bien labradas, las cuales las envió más por la obra fermosa que en ellas avía que por la riqueza’.

Aceptó el sultán los presentes y cartas del rey castellano y puso en libertad a León, que embarcándose hasta Venecia se dirigió luego hacia España entrando por Barcelona donde fue agasajado por la Corte aragonesa, dirigiéndose a Castilla para dar las gracias a Juan I que encontrándose en Badajoz:

"al encontrarse ambas comitivas, León descabalgó, se descubrió e hizo una reverencia ante el castellano, a lo que Juan I respondió echando también pie a tierra, lo que equivalía a reconocerle un trato de igual a igual".

Rey sin reino y sin riquezas, el armenio, Juan I se apiadó de él, haciéndole buen regalo, según las crónicas de López de Ayala:

‘E otro día el rey don Juan ......... diole para en toda su vida la villa de Madrid, e la de Villareal, e la de Andújar, con todos sus pechos e derechos e rentas que en ellas avía, e dióle más en cada año para en toda su vida ciento e cinquenta mil maravedís’.

León VI siempre estuvo agradecido a Juan I, pero después de pasar un tiempo corto en España y viendo que el castellano no le prestaba apoyos para sus verdaderos intereses, el de reconquistar Armenia, decidió irse a buscarlos en otras cortes europeas: la navarra, el Papa de Avignon, la francesa, la inglesa, fue bien recibido en todas pero nadie estaba por la labor de mandar tropas a Armenia, al final decidió instalarse en Francia donde parte de la nobleza era familia suya. Volvió a España para los funerales en Toledo por Juan I, en 1391, por el que sentía agradecimiento. Instalándose definitivamente en Francia, allí murió en el palacio de Tournelles, el 29 de noviembre de 1393.

Los derechos sobre Madrid eran de por vida y una vez muerto el rey armenio, volvió a ser villa de realengo, siendo León el primer y último Señor que tuvo Madrid.

ARTAVAZD PELECHIAN:EL CINEASTA EXPERIMENTAL.


Exploremos su desconocido mundo, profundo, interesante, breve. Hablemos de Artavazd Pelechian, un notable director de cortometrajes nacido el 22 de febrero de 1938 en Armenia, por aquel entonces estado de la URSS.

Su oficio, además del de director, es el de documentalista experimental, único. A través de sus característicos montajes (distange montage), consiguió plasmar en la pantalla la conjunción hombre-naturaleza, que permanecía expresada mediante la imagen y el sonido. Sus planos cortos, sus escenas sin diálogos, y su particular blanco y negro (utilizará el color unicamente en "Vida") crearán una atmósfera inconfundible que transporta al espectador a la esencia de la naturaleza humana.

Reconocido a lo largo de su carrera con varios premios, le fue concecido en 2006 el Parajanov's Thaler Lifetime Achievement Award, en gran parte por ser el creador del distange montage que significó un nuevo paso en el desarrollo de la edición.

Pelechian es el autor también de una serie de trabajos teóricos, en los que se incluye su libro de 1988 "Mi cine". En cuanto a su filmografía, destacan obras como "Nosotros", "Los habitantes", "Inicio", "El principio", "Fin" o "Nuestro siglo".

Por último, os dejo con uno de sus cortometrajes, nombrado anteriormente como primero en color de toda su carrera, que lleva por nombre "Vida", y que se incluye en algunas listas como el mejor de la historia dentro de su género. Vedlo con paciencia, saboread cada imagen y descubrid su apoteósico final. Recuerda, Artavazd Pelechian.

EN KARS PROTESTAN POR INTOLERANCIA FRENTE A LOS ARMENIOS DE ERDOGAN.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, ha sido fuertemente criticado por su intolerancia hacia el arte, tras pedir el derribo de una escultura erigida en la ciudad oriental de Kars como símbolo de amistad entre los pueblos turco y armenio, que calificó de "abominación".

El ministro de Cultura turco, Ertugrul Günay, trató de minimizar las declaraciones de Erdogan, alegando que su formación política, el islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), es "respetuosa" con todo tipo de expresión artística y que su gobierno busca una "solución de compromiso".
La escultura en cuestión muestra un cuerpo humano de 30 metros de altura dividido en dos como símbolo de la separación entre Armenia y Turquía, cuya frontera -a 40 kilómetros de Kars- permanece cerrada desde 1993 a causa de las desavenencias entre ambos países.
El monumento fue construido durante el mandato del ex alcalde de la ciudad Naif Alibeyoglu, quien trabajó por la reconciliación entre ambos pueblos y terminó abandonando el AKP y uniéndose a la oposición por sus desavenencias con la cúpula del partido gobernante.
La población de Kars reclama la apertura de la frontera con Armenia ya que considera que favorecerá el desarrollo económico de la zona.
Aún así, grupos nacionalistas han protestado en varias ocasiones contra el monumento de Kars por creer que es una suerte de "disculpa" hacia el pueblo armenio, que reclama que se reconozcan como genocidio las matanzas de cientos de miles de armenios a manos del gobierno del Imperio Otomano durante la primera Guerra Mundial.
El renombrado escultor turco Mehmet Aksoy, autor de la estatua de Kars, reaccionó duramente contra la petición del primer ministro, que calificó de propia de los "talibanes".
Las declaraciones de Erdogan recuerdan a la actuación del alcalde de Ankara, Melih Gökcek, del mismo partido, que ordenó la retirada de una escultura de dos personas abrazándose situada en las calles de la capital turca.

Armenio que recorre el mundo visita Chile y entrevista a residentes.

Ocho personas, 11 países, siete meses, 88 mil kilómetros y un velero, son algunos de los números que forman parte de la travesía que está realizando un grupo de armenios por el mundo y que tiene como paradero actual Chile ¿El objetivo?, contactar y entrevistar a las comunidades armenias establecidas en distintos lugares del planeta que escaparon de la represión turca durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), fenómeno conocido como la Diáspora Armenia.
Quien comanda la expedición es el médico y escritor de 76 años Sori Vayoland, quien ha publicado 80 libros sobre sus viajes por todo el mundo, realizados durante más de cuatro décadas, todos por vía marítima.
"Hay armenios por todas partes del mundo. Los visitamos, entrevistamos y filmamos, estamos en contacto con ellos, paseamos por todas partes buscándolos", contó el profesional.
Encuentro
A pesar que en el primer itinerario no estaba considerado Chile como destino, el grupo decidió visitar el país debido a la lejanía de los armenios-chilenos con las otras colonias. En Chile sólo hay 100 familias.
"En armenia no tienen idea de los armenios chilenos que están aquí, entonces yo voy a contar todo lo que he visto", explica Vayoland, quien agrega que llegar al país no fue nada de fácil.
"El viaje más difícil fue cuando nos vinimos a Chile, pasando por el Cabo de Hornos, porque tuvimos que ir contra la corriente del agua", recordó.
Como acto simbólico los viajeros al pasar por el extremo sur dejaron "una cruz de Armenia por toda la gente inocente que ha muerto", dijo el médico y escritor.
Para el presidente de la comunidad Armenia en Chile, Juan Pablo Couyoumdjian, este viaje "nos ha dado una gran satisfacción. Estamos felices, contentísimos de que haya ajustado su itinerario, nos enorgullece tremendamente. El viene con un mensaje que nos dice que no se han olvidado de nosotros, que a pesar de todo seguimos unidos".
El grupo actualmente está en Concón y hoy tomará rumbo hacia Nueva Zelandia, para continuar el trayecto por Australia, Indonesia, Singapur, India, y terminar en Valencia, España, donde comenzaron la travesía, financiada a través de donaciones de privados.