sábado, 4 de junio de 2016

EL MONTE ARARAT


En la historia armenia, el Monte Ararat es el símbolo geográfico más importante de la identidad armenia. El Monte ha tenido la misma relación significante para los armenios que el Monte Olimpo ha tenido para los griegos.
Es considerado sagrado y un símbolo destacado de la existencia de la política. El Monte Ararat representa la patria para los armenios de todo el mundo.

Armenia ocupaba el terreno accidentado de la montaña ubicada entre las Montañas del Cáucaso y el Mar Mediterráneo.
En el corazón de las tierras altas de Armenia está el Monte Ararat.

Desde la meseta armenia, se eleva el Monte, lejos dentro la región de nieves eternas, El clima del distrito es muy severo. No llueve mucho y los niveles más bajos del Masis (así también se lo llama al Monte Ararat) son afectados por una corriente de aire seco de la planicie del Aras.
La parte media del Monte, desde los 1.500 hasta los 3.500 metros está cubierto por un buen pasto. Las zonas más altas y las más bajas son estériles.

Todo el Monte Ararat está desprovisto de árboles, pero el Ararat Pequeño está vestido con abedules.

Es el pico más alto de Turquía, con 5165 msnm, localizado en la parte oriental del país, muy cerca de la frontera con Irán y Armenia. Se trata de un volcán inactivo cuya cima se encuentra cubierta de nieves perpetuas. El monte tiene dos picos, llamados Monte Masis, al mayor, y Sis, al menor.

El Ararat es el pico más alto de Turquía pero pertenece a la Armenia histórica, de hecho se encuentra muy cerca de la frontera con la actual República de Armenia y es visible desde gran parte de este país, especialmente desde su capital, Yereván.

El Ararat, con sus 5137 metros de altura, es una cumbre legendaria. Según la propia Biblia, fue allí donde se posó el Arca de Noé después del diluvio universal. Algunas fotografías aéreas modernas muestran restos de lo que podría ser un barco enterrado, y se han encontrado trozos de madera de miles de años de antigüedad, lo que es fuente de especulaciones.

Sea como fuere, el Ararat es un pico imponente, visible desde muchísima distancia, que atrae a muchos viajeros. Existen rutas de escalada asequibles para alpinistas expertos, pero se requiere el permiso del gobierno turco así como el empleo de guías turcos acreditados.

La montaña pasó de Armenia a Turquía tras un pacto fronterizo con la URSS (que había ocupado Armenia). En su día, los turcos protestaron ante la URSS por el hecho de que la República Socialista Armenia incluyera el Ararat en su escudo de armas, siendo parte del territorio turco. Según se dice, desde el Kremlin respondieron si acaso la luna y la estrella que aparecen en la bandera turca también eran parte de su territorio.

En la actual Armenia el Ararat es un símbolo omnipresente. Sigue apareciendo en su escudo de armas y no hay casa que no tenga una foto, cuadro o grabado con la silueta del monte. La pérdida de su monte sagrado es aún hoy motivo de nostalgia y melancolía para los armenios.

La espectacular imagen que ilustra el artículo refleja el monasterio de Khor Virap, en Armenia, con el monte de fondo. Se trata de uno de los principales destinos turísticos del país caucásico.

En 1829 el Dr. Frederich Parrot, un profesor alemán de filosofía natural, visitó el monasterio de San Jacobo en el pueblo de Ahora situado en el mismo monte Ararat escribiendo en su libro que los monjes habían obtenido la madera necesaria para la construcción del monasterio de los restos del Arca de Noé.

El Ararat es un volcán, formado por sucesivas erupciones de lava. No está activo y no hay ningún registro histórico de alguna erupción, sin embargo un terremoto relacionado con la actividad volcánica sacudió la zona en 1840,el monasterio y todos sus monjes desaparecieron tras esa erupción.

En 1950, el alpinista francés Fernand Navarra encontró unos restos de madera que posteriormente analizó mediante el método de Carbono-14, encontrando que dichos restos tenían una antigüedad de más de 7,000 años.
Del mismo modo, en la parte más elevada del Monte Ararat, hacia la zona Este de Turquía, se postula que existen unas imágenes que atribuyen a una gran “anomalía” y que bien podría ser el Arca de Noé, según investigaciones que Porcher Taylor ha venido realizando con imágenes satelitales desde 1995.
El tamaño de la formación según estas imágenes, 309 metros, equivaldría a los 300 por 50 codos que medía el Arca de Noé, como lo explica el libro del Génesis.

Los Diez Mil Mártires del Monte Ararat

En esta montaña también tiene su origen la leyenda de «Los Diez Mil Mártires del Monte Ararat». Cuenta la leyenda que se trataba de soldados romanos que se convirtieron al cristianismo y, por ello, fueron crucificados en dicha montaña por orden del emperador.

Los mártires son conmemorados por la Iglesia Católica pero no por la Iglesia Ortodoxa o la Iglesia Apostólica Armenia.

El Genocidio que anunció 100 años de violencia



La decisión del Parlamento alemán de reconocer como genocidio a la masacre sufrida por la población armenia del viejo Imperio Otomano ha vuelto a poner sobre la mesa este polémico asunto 101 años después de que ocurriera. No obstante, a pesar de que Turquía se niega a definirlo como tal, nadie duda del atroz sufrimiento que padecieron cientos de miles de armenios cristianos durante aquellos años salvajes.

Incluso el propio presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha mostrado más de una vez su pesar por las penurias que sufrieron los armenios. De hecho, ha llegado a calificar de «inhumanas» las deportaciones masivas que el Gobierno otomano comenzó a poner en práctica en abril de 1915.

Una gran parte de los historiadores coloca la cifra de muertos entre 800.000 y 1,5 millones. El contexto no podía ser más convulso. El Imperio Otomano se desmoronaba por su participación, junto a Alemania, en la Primera Guerra Mundial. Mientras los británicos golpeaban en el oeste, el Imperio Ruso avanzaba por el Cáucaso. El Gobierno otomano temía que las poblaciones cristianas asentadas dentro de su territorio se aliaran con el ejército zarista, así que decidió deportar a toda la población armenia presente en el este de la actual Turquía. Pero las deportaciones se convirtieron en marchas de la muerte, tanto por las extremas condiciones que tuvieron que atravesar como por los ataques armados que sufrieron. Milicias kurdas también participaron en aquellas matanzas. Además, el Estado otomano confiscó muchas de las viviendas y propiedades que los armenios «abandonaron».

Hoy en día las autoridades turcas justifican la decisión y señalan la necesidad de llevar a cabo dichas deportaciones en mitad de una guerra tan sangrienta en la que también murieron miles de musulmanes.

La masacre de 1909

Para los armenios, en cambio, fue un plan programado con el único objetivo de exterminar a su población. Esta fue la masacre más salvaje que sufrieron los armenios, pero no la primera. En 1909, en la provincia de Adana, en el sur de la península anatólica, alrededor de 20.000 armenios fueron asesinados después de que estallara un brote de violencia étnica.

Aunque las cifras son motivo de discusión entre los académicos, se estima que cerca de dos millones de armenios vivían dentro de las fronteras del entonces Imperio Otomano. 100 años después, en la República turca, tan solo quedan alrededor de 50.000. La mayoría reside en Estambul, lejos de las poblaciones orientales en las que habitaban antes de la masacre.

Durante los últimos años, la comunidad armenia ha visto cómo el tabú sobre la masacre perpetrada contra sus antepasados se ha ido relajando en la actual sociedad turca. Hoy en día hay quienes incluso piden abiertamente que el Estado lo reconozca como genocidio, algo impensable durante todo el siglo XX. Sin embargo, reacciones institucionales airadas como la realizada tras la decisión del Parlamento alemán demuestran que la herida no se ha cerrado del todo.

Genocidio o no, el sufrimiento extremo que cientos de miles de personas experimentaron en el este de Anatolia, en la zona cercana a la frontera con Siria e Irak, no se olvida.
Eso no quiere decir que se haya aprendido algo. La zona apenas ha conocido la paz en estos últimos 100 años y hoy continúa padeciendo matanzas y hambrunas.
En Siria, con su guerra civil; en Irak, con el Daesh y la violencia sectaria; mientras que en el sudeste de Turquía, con la guerra entre el ejército y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

JAVIER PEREZ DE LA CRUZ


http://www.abc.es/internacional/abci-genocidio-armenio-masacre-anuncio-100-anos-violencia-region-201606030226_noticia.html