viernes, 22 de noviembre de 2013

Houry Mayissian :"Una llamada de atención,para Armenia y su Diaspora."

Hace dos semanas, unos pocos cientos de ciudadanos y activistas armenios hicieron caso al llamado de Shant Harutyunyan para la revolución.


Armados con explosivos de fabricación casera, porras y piedras comenzaron a marchar hacia el Palacio Presidencial, enfrentándose con la policía. En el camino,Harutyunyan y varios de sus seguidores fueron arrestados y permanecen en la cárcel...

Dicen que el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. . Harutyunyan había justificado su llamado a la revolución por la necesidad de "Proteger una vida digna"
Sin embargo, en el bombardeo de información que ha surgido desde entonces, dos hechos alarmantes destacan: Harutyunyan es el líder de un partido con el nombre de Tseghageron y, como él mismo ha dicho en una entrevista, Hitler ha sido una de las figuras que han desempeñado un papel formativo en el desarrollo de sus ideas.
Además, mientras que un cambio pacífico en el liderazgo politico de nuestra patria seria lo mejor, es preocupante que haya gente en la Armenia de hoy, que no va a rehuir a la violencia para lograr este fin.


Sea cual sea su opinión sobre el hombre o el evento, una cosa está clara: es un signo de tiempos desesperados cuando la gente está dispuesta a tomar el asunto en sus propias manos, de la manera que sea,con o sin armas.

Yo personalmente no soy partidaria de Harutyunyan. Sin embargo, lo que ocurrió en las calles de Ereván el 05 de noviembre debe ser una llamada de atención tanto para Armenia,como para la Diáspora Armenia.

En Armenia, el poder se ha aferrado tan ferozmente hasta el momento,que deberia entender que tiene que hacer cambios si se quiere evitar un posible derramamiento de sangre.
Es cierto que Armenia hoy se enfrenta a muchos desafíos externos. Sin embargo, no hay excusa que justifique los continuos fracasos del gobierno para salvaguardar los derechos de sus propios ciudadanos y mucho menos violarlos, y para darles la oportunidad de una vida digna.

¿Es la amenaza de la guerra de Azerbaiyán? es el bloqueo de la frontera por una Turquía inflexible y hostil? es culpa del Kremlin, que no envía lecciones de democracia?
Ninguno de estos problemas son la razón de la pobreza, la falta absoluta del Estado de Derecho, y el reino de los cada vez más audaces oligarcas del país. Los desafíos internos de Armenia son puramente "la obra" de un liderazgo miope, irresponsable y moralmente corrupto.

Incluso ,si únicamente por su propio interés, el presidente Serge Sarkisian quiere dar un paso hacia adelante y finalmente comenzar a abordar algunos de estos retos,deberia en primer lugar: poner en jaque a los oligarcas del país que están descaradamente operando por encima de la ley.
Hoy el país está en la extrema necesidad de inversión en la industria, en infraestructura, en la creación de puestos de trabajo-no inversiones en bancos de bonitos y flamencos decorativos que aportan a la belleza estética de Ereván, esto no sirve para nada. Lo que necesitamos es el fin de los monopolios, una ofensiva contra la corrupción, y un ambiente de negocios transparente que fomente la inversión extranjera.
Una interna más fuerte y más estable,posicionara mucho mejor a Armenia para enfrentar los desafíos externos antes mencionados. Es una ecuación simple. Seguramente,esto Sarkisian lo sabe muy bien.

Tambien en la diáspora, necesitamos una transformación de las prioridades y modos de pensar.

El Armenian Weekly publicó recientemente un artículo de que analiza la dinámica de las relaciones entre la diáspora y Armenia y la falta de conexión subyacente que existe entre nosotros.

Es una falta de conexión, que se define por la falta de conocimiento y comprensión, de la gestión cotidiana de las luchas de los ciudadanos de Armenia, así como la falta de participación y contribución más allá de la filantropía. Me atrevo a decir, para algunos en la diáspora, es incluso una falta de conexión definido por la ausencia de Armenia desde las definiciones de armenia y de la interpretación de lo que significa ser armenio.

Por supuesto, no es justo pintar de esta manera a una diáspora tan grande y diversa con una brocha gorda.Sin embargo, muchos estarían de acuerdo en que, en general, las diásporas y sus instituciones y organizaciones no han sido capaces de "ponerse al día" con las realidades de la Armenia post-independiente.

Uno podría argumentar que se espera en exceso de la diáspora. Después de todo, han pasado 100 años desde que salimos fuera de nuestras tierras ancestrales,ahora tenemos descendientes de cuarta generación de armenios sobrevivientes del genocidio que están creciendo como diáspora. Hemos hecho un buen trabajo preservando nuestra identidad a lo largo del siglo, organizarnos políticamente para perseguir el reconocimiento del Genocidio Armenio y sí, hemos volcado mucho dinero en Armenia desde su independencia.

¿ sin embargo, es este el punto ? ¿No hemos hecho mucho como para parar ahora? Más importante aún, no eran todos nuestros esfuerzos orientados a corregir las injusticias históricas cometidas contra nosotros? \
Queríamos conservarnos como armenios y, con el tiempo, vivir en una patria libre e independiente!

Esa patria independiente está aquí ahora y se enfrenta a muchos retos, y ya es hora de que nos involucramos con ella de manera más tangible. Para que eso suceda, primero tenemos que pensar en Armenia como una de nuestras prioridades. Tiene que entrar en la "agenda" de la diáspora, de la misma manera que un dia la administración de Robert Kocharian nos dijo que el reconocimiento del Genocidio Armenio se había convertido en parte de la agenda de la política exterior de Armenia.

Hay muchas cosas que podríamos no ser capaces de cambiar en Armenia, pero hay muchas maneras en que podemos hacer una diferencia positiva.La Diáspora puede encontrar una manera de contribuir directamente,ya sea a través del estudio y el trabajo en Armenia, el voluntariado, la asociación con los armenios que están tratando de hacer un cambio, moral y económico.

Tener estos vínculos concretos también será esencial para las futuras generaciones se sientan conectados con sus propias raíces a medida que crecen.
Para ser justos, hay que reconocer que las cosas están cambiando en la diáspora. Hoy en día existe una mayor conciencia y un mayor sentido de urgencia con respecto a Armenia con respecto al año pasado o a el año anterior.

El debate está empezando a nivel institucional, al menos en los EE.UU., y a nivel individual hay un buen número de ejemplos de miembros de la diáspora que se involucran en Armenia.

Sin embargo, necesitamos que este cambio suceda a un ritmo mas acelerado.

Los eventos en Yerevan del 5 de noviembre nos recuerdan que como diáspora,también tenemos que hacer algunos cambios .

http://www.armenianweekly.com/2013/11/22/a-wake-up-call-for-armenia-and-the-diaspora/