martes, 21 de abril de 2015

Austria reconocerá mañana el Genocidio Armenio


Los partidos representados en el Parlamento de Austria han acordado reconocer y condenar mañana el genocidio armenio, así como la responsabilidad austríaca en el mismo, informó hoy la agencia austríaca APA.

La decisión ha sido adoptada por los seis grupos parlamentarios ante la conmemoración internacional el próximo viernes del centenario del genocidio armenio a manos de las fuerzas otomanas que Turquía, como sucesora del antiguo Imperio otomano, se niega categóricamente a reconocer.

La fuente afirma que se espera para mañana una declaración conjunta, en la que también se reconoce la responsabilidad histórica de Austria, como sucesora del entonces Imperio austrohúngaro, en la tragedia armenia, ya que durante la I Guerra Mundial ambos imperios fueron aliados.

Esa alianza supuso una complicidad en las atrocidades cometidas contra los armenios otomanos por el gobierno de los "Jóvenes Turcos", ya que las letales deportaciones y matanzas eran bien conocidas por las autoridades de Viena.

En la prevista declaración, a cuyo texto ha tenido acceso la citada agencia, los legisladores afirman que para Austria es una obligación reconocer los terribles acontecimientos como genocidio y condenarlos.

Al mismo tiempo, consideran que Turquía tiene que "enfrentarse de forma honesta a los capítulos oscuros y dolorosos de su pasado y reconocer como genocidio los crímenes contra los armenios durante el Imperio otomano".

En el documento se recuerda también a las decenas de miles de ciudadanos otomanos pertenecientes a otros grupos cristianos (como el de los arameos, asirios, caldeos o griegos) que también murieron de forma violenta hace cien años a manos de las fuerzas otomanas.

"Nuestros valores inviolables de la libertad, la paz y los derechos humanos están inseparablemente unidos con una memoria digna de las víctimas de la violencia, persecución y asesinatos en masa", reza el documento, según APA.

Se calcula que entre 1915 y 1923 el Imperio otomano (1299-1922) y Turquía perpetraron un genocidio en el que murieron un millón y medio de armenios, en matanzas sistemáticas con un plan preconcebido y durante las deportaciones.