Rusia considera contraproducente cambiar el actual formato del arreglo en Alto Karabaj y sustituir el Grupo de Minsk de la OSCE por otro organismo, declaró hoy el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov.
"Todas estas conversaciones de que se debe cambiar el formato del arreglo y sustituir el Grupo de Minsk son contraproducentes y sólo producen la ilusión de que cambiando la forma se podrá cambiar también el contenido resolviéndolo todo", dijo Lavrov en una rueda de prensa conjunta con su homólogo de Armenia, Edward Nalbandian.
El canciller ruso contestó de esta manera a la pregunta sobre si estaba previsto cambiar el formato del Grupo de Minsk de la OSCE para el arreglo en Alto Karabaj.
Lavrov destacó que los copresidentes del Grupo de Minsk llegaron a ser un instrumento real en el proceso negociador los últimos años. "Al principio sólo hubo dos copresidentes y ahora son tres (Rusia, EEUU y Francia) y sus representantes buscan incansablemente la solución al conflicto", expresó.
También recordó que el presidente de Rusia, Dmitri Medvédev, tomando en consideración los nexos especiales que mantiene Moscú con Azerbaiyán y Armenia, lanzó hace dos años la iniciativa de entablar en nombre de los copresidentes del Grupo de Minsk negociaciones entre los tres presidentes para buscar las bases del arreglo.
"Pues esta iniciativa de Medvédev recibió apoyo", dijo Lavrov.
El ministro de Asuntos Exteriores de Armenia, Edward Nalbandian, comentó por su parte que el Grupo de Minsk de la OSCE es, efectivamente, un formato eficaz con "suficiente experiencia en el proceso negociador".
"Sería poco razonable cambiar ahora este formato", agregó Nalbandian.
El pasado 24 de junio, el presidente Medvédev se reunió en Kazán con sus homólogos de Armenia y Azerbaiyán, Serzh Sargsyan e Ilham Aliev, y aunque las partes constataron en su declaración conjunta cierto avance en la búsqueda de una solución al conflicto, ese encuentro –ya noveno desde 2008 y segundo en lo que va de año– terminó sin acuerdo alguno.
El conflicto de Karabaj, el más antiguo en el actual espacio postsoviético, se remonta a 1988, cuando ese enclave poblado en su mayoría por armenios proclamó su independencia con miras a escindirse de Azerbaiyán y unirse con Armenia.
Tras un referéndum convocado en 1991, comenzaron operaciones militares de gran escala a consecuencia de las cuales Azerbaiyán perdió el control sobre Alto Karabaj y siete distritos azerbaiyanos adyacentes.
Como resultado del conflicto, unas 15 mil personas murieron y cerca de un millón se vieron obligadas a abandonar sus hogares. El 12 de mayo de 1994 en Bishkek, capital de Kirguizistán, los gobiernos de Armenia y Azerbaiyán firmaron un alto al fuego que puso fin a las hostilidades.
A partir de 1992, ambos países sostienen negociaciones sobre el arreglo negociado del conflicto en el marco del Grupo de Minsk de la OSCE.