martes, 17 de enero de 2012

Perpetua para autor intelectual del asesinato de Hrant Dink


Un tribunal de Estambul ha condenado a un hombre a cadena perpetua este martes por promover el asesinato del periodista turco-armenio Hrant Dink, que murió en enero de 2007 al ser tiroteado en la calle cuando salía de su oficina.

El juez ha sentenciado a cadena perpetua a Yasin Hayal y ha absuelto a otras 19 personas acusadas de formar parte de un grupo terrorista. El pasado mes de julio, un tribunal de menores condenó a Ogun Samast, el asesino de Dink, a 22 años y diez meses de cárcel. Samas tenía 17 años en el momento del crimen.

Este caso ha sido seguido de cerca por la Unión Europea, que quiere comprobar si en Turquía, un país que aspira a unirse a los Veintisiete, se respetan los Derechos Humanos y la democracia.

Dink, que dirigía el semanario bilingüe turco-armenio 'Agos' y era la voz armenia más conocida en Turquía, enfadó a los nacionalistas turcos al publicar artículos sobre la identidad armenia y hacer referencias al "genocidio" de armenios cristianos cometido por Turquía en 1915.

Tras conocer el veredicto, unas 200 personas se han unido a la familia de Dink en una manifestación que ha comenzado en el tribunal y ha terminado en el lugar donde murió el periodista, en el centro de Estambul. De esa manera han protestado por el hecho de que el tribunal no haya examinado más a fondo la supuesta implicación de las autoridades en el crimen.

En un comunicado emitido antes de que se dictase sentencia, la organización Amnistía Internacional ha señalado que no se han investigado todas las circunstancias del asesinato. "Las autoridades turcas no han analizado la presunta implicación de cargos públicos en el crimen", ha denunciado Andrew Gardner, experto en temas sobre Turquía.

"Los servicios de seguridad estaban al tanto del complot para matarlo y estuvieron en contacto con los acusados, pero no hicieron nada para impedir el asesinato", ha añadido, recordando que se ignoraron las peticiones de la familia para que se investigase la colusión y la negligencia supuestamente cometidas por las autoridades en este caso.

En 2010, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ordenó al Estado turco que pagara 100.000 euros a la familia de Dink en concepto de indemnización porque las autoridades no protegieron al periodista pese a que sabían que unos ultranacionalistas pretendían asesinarlo.

Siete responsables de los servicios de seguridad han sido declarados culpables por no transmitir la información que tenían sobre el complot y que podía haber evitado el asesinato.