miércoles, 17 de agosto de 2011

Azerbaiyán y Armenia sondean soluciones al conflicto de Alto Karabaj.Entrevista al politologo Alexei Vlasov.

Recientemente, Dmitri Medvédev sostuvo una reunión con su homólogo de Azerbaiyán, Ilham Alíev. Uno de estos días está previsto otro encuentro con el presidente de Armenia, Serzh Sargsyán. El tema de estas citas es el arreglo del conflicto en Alto Karabaj. Es un problema que se discute desde hace mucho tiempo. Algunos especialistas declaran que por fin se vislumbran ciertos resultados, mientras que los escépticos responden que no ven ningún progreso. ¿Ve Usted algunos cambios en el curso del último año? Ya en vísperas de la reunión celebrada este año en la ciudad rusa de Kazán, las partes estaban a punto de suscribir cierto documento que preveía una hoja de ruta para el arreglo del conflicto en el marco del documento conocido como los Principios de Madrid. Pero en el último momento Bakú y Ereván formularon ciertas condiciones que impidieron la suscripción del documento en Kazán, a pesar de las expectativas de ambas partes, y de Rusia, en particular. Posteriormente, hubo una serie de negociaciones bilaterales. Dmitri Medvédev envió cartas a Alíev y Sargsyán donde precisaba las propuestas de Rusia. Luego, recientemente, en Sochi fue celebrada una reunión preliminar dedicada a estas nuevas propuestas con el presidente de Azerbaiyán.

¿Ve Usted algún deseo de las partes de buscar un compromiso, y en qué podría consistir tal compromiso?

Creo que hay cierto deseo, porque los mediadores ejercen presión tanto sobre Ereván como sobre Bakú. Está claro que para Armenia es más difícil avanzar hacia un compromiso, porque para un ganador (de hecho, Armenia ganó la guerra en Alto Karabaj a principios de los 90) es mucho más difícil ceder. Pero, tomando en consideración la difícil situación económica de Armenia, así como el que una parte de territorios de la llamada zona de seguridad nunca formó parte de Alto Karabaj, y el que el Consejo de Seguridad haya adoptado varias resoluciones sobre la necesidad de volver estos territorios, creo que, al fin y al cabo, Armenia se verá obligada a pactar un cierto compromiso. En cuanto a Azerbaiyán, últimamente Bakú se muestra beligerante. Lo veo como un mensaje para los mediadores: o logramos un compromiso o la situación puede desembocar en una guerra. 

¿Quiénes son estos los mediadores, además de Rusia y EEUU?

Francia. Creo que Sarkozy no puede mostrarse indiferente a lo que sucede en el Cáucaso del Sur, todos recuerdan su activa participación en el arreglo después de los acontecimientos en Osetia del Sur y Abjasia en 2008. Creo que tanto París como Bruselas no desaprovecharán la oportunidad de expresar su opinión, ya que Rusia es la que expone su reputación a riesgos de calado en este asunto. El último año y medio éstos son los participantes principales de las negociaciones.

¿Pueden ser imparciales los mediadores si comparamos el lobby de Armenia y el de Azerbaiyán en cada uno de estos países?

Pues, el lobby armenio funciona de manera mucho más activa que el de Azerbaiyán, lo que se debe a los fallos de la estrategia de Bakú relacionada a las comunidades nacionales. A propósito, recientemente en Bakú fue celebrado el Congreso de los azerbaiyanos del mundo en el cual el presidente Ilham Alíev hizo hincapié en que hace falta una mayor solidaridad y política mejor pensada en lo que se refiere a la información promovida por la parte azerbaiyana. Armenia, en este sentido, tiene ventajas.

Haré una pregunta algo cínica, pero ¿están los mediadores realmente interesados en el arreglo del conflicto? Al fin de cuentas, es sólo uno de los tantos conflictos que existen en el mundo.

Rusia continúa la lógica de su política exterior. Moscú reconoció la independencia de Abjasia y ganó hace tres años en la guerra de cinco días con Georgia. Fue una operación para forzar a la paz, y ahora la diplomacia rusa tiene que mostrar su eficacia a la hora de forzar al diálogo. En cuanto a EEUU, estoy convencido de que Obama tiene actualmente demasiados problemas más relevantes que Alto Karabaj. Y el embajador de EEUU en Azerbaiyán, Matthew Bryza, del que se esperaba mucho, se ocupa más de la democratización y de los contactos con la oposición en vez de preparar propuestas reales para el arreglo del conflicto.