sábado, 23 de noviembre de 2013

El Reino Armenio de Cilicia.

El Reino Armenio de Cilicia (también conocido como Armenia menor o Pequeña Armenia) fue un reino formado en la Edad Media por refugiados armenios que huyeron de la invasión selyúcida de Armenia. Se encontraba en la región de Cilicia y fue independiente entre 1078 y 1375.
El Reino Armenio de Cilicia fue fundado por la dinastía de los Rupénidas, rama menor de la gran familia de los Bagrátidas, la cual ocupó los tronos de Armenia y de Georgia en distintos momentos. Su capital fue Sis.
El Reino Armenio de Cilicia fue un importante y poderoso aliado de los cruzados europeos, y se consideraba a sí mismo como el bastión de la Cristiandad en Oriente. Actuó también como foco de la cultura y nacionalismo armenios, pues Armenia (la Armenia mayor o Gran Armenia, al pie del Caúcaso) estaba ocupada por los turcos en aquella época.
El territorio de Cilicia había sido reconquistado a los árabes por el emperador bizantino Nicéforo II Focas hacia el año 965. Tras ocuparlo, expulsó a los musulmanes que vivían allí, y se animó a los cristianos de Siria y de Armenia a repoblarla. La inmigración armenia aumentó con la anexión de la Gran Armenia al Imperio Bizantino en 1045 y la posterior conquista selyúcida diecinueve años después, lo que se tradujo en dos oleadas migratorias. Los armenios también se extendieron hacia el este desde Cilicia, por las regiones montañosas del norte de Siria y Mesopotamia.
Los armenios llegaron al servicio de los bizantinos como oficiales del ejército y como gobernadores, pero cuando el poder imperial en la región se debilitó en los años de caos que siguieron a la derrota bizantina en la Batalla de Manzikert (1077), algunos de éstos aprovecharon la oportunidad para erigirse en dueños soberanos, mientras que otros, al menos nominalmente, siguieron reconociendo la soberanía bizantina. El que tuvo más éxito de todos fue Filareto Brachamios, un antiguo general armenio de Romano IV Diógenes. Entre 1078 y 1085, Filareto extendió su principado desde Cilicia a Edessa, pero a su muerte su territorio se desintegró de nuevo en señoríos locales.
A finales del siglo XI, había seis principados importantes en la zona:
Lampron y Babaron, en el extremo meridional de las Puertas Cilicias, estaban en manos del ex general bizantino Oshin, fundador de la dinastía Hethúmida.
Al nordeste se encontraba el principado de Constantino I de Armenia, el hijo del príncipe Roupen I. El centro de su poder se encontraba en las fortalezas de Partzapert y Vahka.
Más al nordeste, ya fuera de Cilicia, se extendía el principado de Marash, regido por Tatoul, un antiguo dignatario bizantino.
Al este de Marash, el armenio Kogh Vasil dominaba las fortalezas de Raban y Kesoun, como vasallo de los selyúcidas.
Al norte de éstos, en el alto Éufrates, se encontraba el principado de Melitene, gobernado por Gabriel, uno de los antiguos oficiales de Filareto, también bajo soberanía selyúcida.
Por último estaba Edesa, dominada por Thoros, otro de los oficiales de Filareto, y yerno de Gabriel de Melitene.



Con la Primera Cruzada, los armenios de Cilicia tuvieron como poderosos aliados a los cruzados francos. Con su ayuda, defendieron a Cilicia de los turcos, tanto con acciones militares directas como por el establecimiento de los reinos cruzados vecinos: el Principado de Antioquía y el Condado de Edesa. Durante los siguientes dos siglos, armenios y cruzados fueron en parte aliados y en parte rivales.


Embajada armenia de Cilicia ante el príncipe cruzado Tancredo, Regente de Antioquía


Con el ascenso de los príncipes rupénidas, surgió una especie de poder centralizado en la región. A lo largo del S.XII, éstos formaron algo parecido a una dinastía reinante, y lucharon con los bizantinos por el dominio de la zona. El príncipe León I fue derrotado por el emperador Juan II Comneno en 1137, y fue apresado con otros miembros de su familia. Murió en prisión tres años después


Firma de León I de Armenia


El hijo y sucesor de León, Thoros II, también fue apresado, pero logró escapar en 1141. Volvió a su reino para liderar la lucha contra los bizantinos. Al principio, con cierto éxito, pero finalmente, en 1158, tuvo que prestar vasallaje al emperador Manuel I Comneno. Los príncipes rupénidas siguieron gobernando Cilicia.


Ruinas del castillo de Hemite Kalesi

Foto: KlausPeter Simon

En 1198 el príncipe rupénida León consiguió asegurarse el trono, convirtiéndose en el primer rey de la Armenia de Cilicia. La corona pasaría luego a la dinastía rival de los Hethúmidas, a través de la hija de León, la reina Zabel, por su segundo matrimonio con el príncipe Hethoum.


Moneda de Hethoum y Zabel

Foto: Maximus Rex

Sus descendientes reinarían en Cilicia hasta el asesinato de León IV en 1341, cuando su primo Constantino IV de Armenia, fue elegido rey



Armas de los monarcas del Reino Armenio de Cilicia (Dinastía de los Hethúmidas)

A finales del siglo XIV, Cilicia fue invadida por los mamelucos. La caída de Sis en abril de 1375 puso fin a la historia del Reino. A su último rey, León V de Armenia, se le concedió un salvoconducto y murió en el exilio en París en 1393. Su primo, Jaime I de Chipre, se convirtió entonces en pretendiente al título.